EL APODO EN LOS PUEBLOS DE LOPERA Y PEGALAJAR: EXPRESIÓN DE UN MUNDO RURAL

Juan Antonio López Cordero y Manuel Medina Casado

( en El Toro de Caña. Revista de Cultura Tradicional de la Provincia de Jaén, nº 6. Diputación Provincial. Jaén, 2001, p. 11-26).

1. Introducción

 

            El mote o apodo, al que damos en este trabajo un significado similar independientemente del carácter despectivo que se le pueda atribuir al primero —en Lopera se le designa también como nombrajo—, ha formado parte de la vida tradicional del hombre desde los más remotos tiempos. Ha identificado popularmente a personas y familias y con frecuencia, en el pasado, se transformó en apellido. El mote es impuesto por los demás a un individuo concreto, atendiendo siempre a alguna causa, que a veces tiene una intencionalidad molesta, aunque otras veces no. El aspecto cultural es evidente en la denominación impuesta —también el psicológico, sociológico, histórico y lingüístico—, muestra de una sociedad tradicional que en él refleja su vida, creencias y entorno.

            El mote rompe la idea que le atribuye su uso a la ignorancia de determinados grupos humanos, pues forma parte de todas las clases sociales, niveles culturales y edades, aunque se hace más evidente en aquellos lugares de menor población y mayor relación vecinal, como es el medio rural. Es consecuencia de la observación aguda, que permite una identificación clara del individuo entre el resto de la comunidad, a base de una descripción espontánea, sencilla, de corta lingüística.

            Existen publicados varios estudios sobre apodos en la provincia de Jaén, como son los de las poblaciones de Jódar, Martos, Mancha Real, Bedmar, Pegalajar, Lopera, Villanueva de la Reina[1], Sabiote,... En general,  estos estudios son una recopilación de motes no exenta de cierto riesgo, en cuanto algunos de ellos tienen sentido peyorativo o no son aceptados por los individuos nominados y están presentes aun hoy en día en la población. Determinadas personas pueden sentirse insultadas por la publicación de su apodo, lo que también a nosotros nos induce a hacer una aclaración previa: En ningún momento ha sido nuestra intención menospreciar o herir la sensibilidad de persona alguna que se sienta identificada con un apodo en concreto. Nuestro objetivo ha sido recopilar la mayor parte de los motes de las poblaciones de Lopera y Pegalajar y elaborar con ellos un estudio clasificatorio y comparativo para mejor conocer la cultura tradicional de dos colectividades rurales distantes, una de Sierra y otra de Campiña, con escaso contacto entre ellas. No se identifican apodos con personas y, por supuesto, también se incluyen los de las familias de los autores.

            En cuanto al origen y mecanismo lingüístico de los motes hemos seguido la clasificación de José Cenizo Jiménez en su estudio sobre los motes en el flamenco[2]. Así podemos observar que bastantes tienen su origen en el físico de la persona. Ya nos encontramos apodos de este tipo en antiguas crónicas como la del Condestable Iranzo —segunda mitad del siglo XV—, que denomina a un alaqueque giennense como Alonso "el Gordo", el cual se encargaba de intercambiar prisioneros entre Jaén y el reino musulmán de Granada[3]. El aspecto físico es lo primero que observamos en las personas y destacamos aquello que sobresale, en este caso la obesidad; otras veces es la cojera ("Coja", "Cojodelatambora"), sordera ("Sordilla", "Sordolajara"), ceguera ("Tuerto"), manquedad ("Manco"), etc., y queda adscrito a los descendientes hasta que surge un nuevo apodo. Además, los aspectos psíquicos están presentes en bastantes de ellos y quedan reflejados en el carácter de las personas y sus costumbres. Tal es el apodo "Loquillo", "Gamberro" o "Pataleto". También son frecuentes los basados en hechos concretos o puntuales de una persona, que pueden considerarse como anecdóticos, pero que quedan marcados en forma de apodo para el futuro. El mote de "Sueltaelgato", que obstentaba un pícaro del siglo XIX[4], nos describe una anécdota en concreto de este personaje o un antecesor suyo; de una acción concreta son también los casos de "Paletazo" o "Tragabalas". La profesión constituye una fuente inagotable de apodos. Son quizá éstos los motes menos peyorativos, con una función exclusivamente tendente a la simple identificación del individuo, como "Esquilaor", "Organista", "Jabonero", "Marinero" o "Albardonero". Funciones semejantes tienen el lugar de procedencia: "Manchego", "Mancheguillo", "Guardeñuelo", "Cordobés", "Marteño", "Toledana" o "Americano".  Otro grupo de apodos lo constituyen nombres familiares y onomásticos, normalmente apellidos y nombres modificados ("Juanlanas", "Juanventitres", "Azaña", etc.). Todo ello da pie a ser utilizado como fuente de diversos estudios, en una sociedad rural tradicional en la que el aspecto físico, psíquico y social es utilizado como hecho diferenciador del individuo.

 

2. El apodo como elemento lingüístico diferenciador

 

            No es la intención de este artículo hacer un estudio del habla de ambas poblaciones, pero juzgamos que es imprescindible hacer una aproximación lingüística elemental como elemento diferenciador. De ahí que hagamos una clasificación teniendo en cuenta el aspectos como el yeísmo, la pérdida de la "d" intervocálica, la aspiración, el seseo, el ceceo, el cambio de la "l" en "r", la aféresis o pérdida de una letra al principio de palabra, apócope o pérdida al final de la misma, y las jitanjáforas o palabras presuntamente sin significado. En otras clasificaciones nos centramos en aspectos morfosintácticos, como son los aumentativos, diminutivos y despectivos, además de la composición de las palabras, que son característicos del habla local. Finalmente recogemos una clasificación de tipo semántico, atendiendo a diferentes grupos, como son anatomía, acciones, estados mentales, animales, vegetales, objetos, alimentos, lugares, cargos y profesiones, personajes y vestido, los cuales nos aproximan a la mentalidad tradicional de ambas sociedades. Ello basado en 989 apodos, de los que 470 corresponden a la población de Lopera (47,52 %) y 519 a Pegalajar (52,48 %).

 

Distribución de los apodos de Pegalajar y Lopera en cuanto a su fonética.

            

Pegalajar

Lopera

Total

 

Nº casos           %

Nº casos               %

Nº casos            %

Ceceo

2

0.38

1

0.21

3

0.30

Perdida "D"

35

6.74

20

4.25

55

5.56

Aspiración

0

0

2

0.42

2

0.20

Seseo

0

0

2

0.42

2

0.20

Conv."R" en "L"

3

0.57

0

0

3

0.30

Aféresis

3

0.57

1

0.21

4

0.40

Jitanjáfora[5]

34

6.55

42

8.93

76

7.68

Apócope

5

0.96

1

0.21

6

0.60

Otros

437

84.20

401

85.31

838

84.73

Total

519

 

470

 

989

 

   

 

         Podemos observar en el cuadro anterior cómo los porcentajes son muy similares en ambas poblaciones, con sólo escasas diferencias. Tal es el hecho de algunos casos de ceceo en Pegalajar en contraposición a los de seseo en Lopera, la aspiración de la "h" que se practica en Lopera y no en Pegalajar, y la aféresis y la conversión de la "r" en "l" que se hace en Pegalajar y escasamente en Lopera. La jitanjáfora como la pérdida de la "d" son fenómenos muy generalizados y frecuentes, cuyas diferencias porcentuales entre ambas poblaciones son escasamente significativas teniendo en cuenta el número de casos. Sin duda, la situación geográfica de ambas poblaciones es evidente como elemento lingüístico diferenciador. De hecho Lopera está más vinculado por conexión geográfica a la Baja Andalucía, mientras que Pegalajar lo está con la provincia de Granada.

 

Distribución de los apodos de Pegalajar y Lopera en cuanto a su terminación:            

 

Pegalajar

Lopera

Total

 

 Nº casos                %   

Nº casos             %   

Nº casos            %

 

 

 

 

 

 

 

Diminutivo

71

13.68

68

14.46

139

14.05

Aumentativo

21

4.04

13

2.76

34

3.43

Despectivo

19

3.66

11

2.34

30

3.03

Otros

408

78.61

378

80.42

786

79.47

Total

519

 

470

 

989

 

 

Distribución de los apodos de Pegalajar y Lopera en cuanto a su composición (apodos simples o compuestos):

 

            

Pegalajar

Lopera

Total

           

Nº casos

%

Nº casos

%

Nº casos

%

Simples

425

81.88

378

80.42

803

81.19

Compuestos

94

18.11

92

19.57

186

18.80

Total

519

 

470

 

989

 

 

 

         Podemos observar la gran similitud existente entre ambas poblaciones rurales, en las que los apodos de tipo diminutivo, normalmente afectivos, destacan porcentualmente en comparación con los aumentativos y despectivos. Igualmente coinciden los porcentajes referentes a la composición de los apodos; en su mayor parte predominan los simples frente a los compuestos.

 

Distribución de los apodos de Pegalajar y Lopera en cuanto a su semántica:               

 

Pegalajar

Lopera

Total

 

Nº casos

%

Nº casos

%

Nº casos

%

Anatomía

94

18.11

81

17.23

175

17.69

Acciones

55

10.59

50

10.63

105

10.61

Estados

 

 

 

 

 

 

 mentales

13

2.50

17

3.61

30

3.03

Animales

55

10.59

44

9.36

99

10.01

Vegetales

40

7.70

34

7.23

74

7.48

Objetos

59

11.36

35

7.44

94

9.50

Alimentos

23

4.43

14

2.97

37

3.74

Lugares

25

4.81

31

6.59

56

5.66

Cargos y profesiones

37

7.12

34

7.23

71

7.17

Personajes

38

7.32

51

10.85

89

8.99

Vestido

9

1.73

14

2.97

23

2.32

Otros

71

13.67

65

13.83

136

13.74

Total

519

 

470

 

989

 

 

           En cuanto a la semántica, los apodos de ambas poblaciones tampoco ofrecen una diferenciación clara, las diferencias porcentuales son escasas. Destaca en Pegalajar una mayor proporción de apodos referentes a objetos y alimentos, mientras que por el contrario Lopera tiene un mayor número de apodos referentes a vestido, personajes y lugares. Dentro de la pobreza generalizada del mundo rural, la diferencia —aunque escasa— existente en la distribución semántica de los apodos entre ambas poblaciones puede estar relacionada con el mayor índice de pobreza existente en Pegalajar, donde la agricultura ha sido tradicionalmente de subsistencia debido a su orografía montañosa, que ha dificultado la producción agrícola y las comunicaciones, por lo que la población estuvo expuesta en el pasado a una mayor incidencia de las crisis de subsistencias y, en consecuencia, a una mayor presencia mental del producto alimenticio. Por el contrario, menos importancia que en Lopera han tenido otros temas como el vestido, personajes o lugares, quizás debido al carácter sobrio e igualitario que ha identificado a la sociedad pegalajeña desde la Baja Edad Media, donde ha predominado el pequeño propietario agrícola; en contraste con la presencia del latifundio y el jornalero en Lopera.

         Por lo demás, ambas poblaciones participan de las características del mundo rural, con un mayor número de apodos que reflejan la anatomía humana (17,69 %), elemento más claramente identificador del individuo; seguido de los que representan acciones humanas (10,61 %), normalmente hechos aislados o anecdóticos que en su momento sirvieron para identificar al individuo y que conllevan una narración; le siguen en porcentaje los apodos de tipo animal (10,01 %), propios de una sociedad en la que la agricultura y la ganadería son abrumadoramente mayoritarias. En proporción menor aparecen los objetos (9,50 %), personajes (8,99 %), vegetales (7,48 %) y cargos y profesiones (7,17 %).

 

3. El apodo, expresión del mundo rural.

 

         Todo un mundo rural queda reflejado en los apodos, incluidas las creencias tradicionales, expresadas en algunos de ellos como duende y bruja; propios de una sociedad en la que se mezclan lo divino y lo profano, donde perduran antiguas creencias. Los apodos expresan algo más que un individuo en concreto, reflejan la vida cotidiana de la sociedad tradicional: objetos como albarquillas (zapato que usaba el hombre del campo), hachuela, teja, romana o ataharre; profesiones como albardonero, arriero, cabrero, jornalero o albardonero; animales como borrego, oveja, buey, caballo, borrico, pavo, gallo, conejo, perro, lobo o cabra; vegetales como aceituna, berengena, bellota, breva, cebolla, madroño, habichuela, lechuga, mijo, perejil, rábano, sarmiento, nabo, yedra,...

         Vemos cómo la economía agrícola-ganadera está muy presente en estas poblaciones. El buey recuerda la campiña y las labores tradicionales de arado de la tierra; el caballo y el borrico el transporte; la labores de huerta están representadas en vegetales como caqui, lechuga, berengena, rábano, perejil,...; las dehesas en la bellota y el ganado como cabra, oveja, borrego,...; la vid con el sarmiento; el olivo con la aceituna; el monte con los animales de caza: conejo, perro, lobo,... Todo ello, unido a las profesiones recogidas dan lectura sucinta a ese cuadro que ha caracterizado el mundo local de Lopera y Pegalajar desde siglos atrás.

         En algunos casos, algunos apodos recuerdan un pasado de frontera, como el de "Matamoros" de Pegalajar. En esta población, fronteriza con el reino nazarí de Granada desde mediados del siglo XIII hasta finales del siglo XV, el recuerdo de esta época ha estado presente en diversas manifestaciones, como pueden ser las fortalezas medievales, la advocación de la Iglesia a la Santa Cruz, la presencia en esta Iglesia Parroquial de un altar dedicado a Santiago "Matamoros" y la existencia en épocas anteriores de una cofradía del Señor Santiago.

         En otros casos, la enfermedad deja su huella en el mote. Tales son los sobrenombres de "Quebrao", denominación popular de herniado; "Picao", marcado por las huellas que la varicela deja en el piel; "Muillo", pérdida parcial de la voz; "Sordilla" o "Sordo...", pérdida del oído; "Churrascao", marcado por quemaduras; "Manco", pérdida de un brazo"; "Cojo..." pérdida de motilidad en las piernas; etc. En su mayor parte, estos casos forman parte de las características físicas del individuo, que como más arriba hemos indicado constituyen el tema preferido para los apodos.

         No menos numerosas son las denominaciones de características psíquicas, incluso pasionales. Apodos como "Rabiaseca", "Valor", "Fresco", "Atrévete", "Afligío", los compuestos de la palabra "Tonto...", etc., forman un numeroso grupo que está presente en ambas poblaciones, muchos de los cuales hemos incluido en la clasificación anterior como estados de ánimo.

         El vestido tradicional es recogido en apodos como "Blusalarga", en alusión a la blusa, vestidura tradicional holgada y con mangas que utilizaban los hombres hasta bien entrado el siglo XX. Era muy popular y se consideraba muy útil por su comodidad para el trabajo. También objetos de uso tradicional son expresados en sobrenombres como "Capuchinapagá", en referencia a la lamparilla portátil de metal con apagador en forma de capucha, tradicional forma de iluminación en el mundo rural antes de la llegada de la luz eléctrica.

         La religión, que ha formado y forma parte importante de la cultura tradicional de la población, está presente en diversos apodos, como son: "Carraco" (alusivo a la carraca, instrumento de madera utilizado algunos días de Semana Santa en sustitución de las campanas), "Cura...", "Curilla...", "Curica", "Señor", "Virgen", "Sanluis", "Santana", "Santo",...

         La meteorología, tan importante para la economía tradicional agrícola de la población, deja su huella en apodos con denominaciones de meteoros que con frecuencia son perjudiciales para las cosechas. Tales son los de "Granizo", "Trueno", "Relámpago" y "Rayo", que acompañan a las tormentas. Otros apodos recuerdan el servicio militar, que conllevaba quintas, alojamientos y servicios, muy presente en la cultura tradicional y en los motes de la población, como "Guerra", "Militar", "Quintillo", "Recluta", "Regular", y "Requeté".

         Todos estos apodos se pueden considerar la creación anónima de un pueblo que encierra en este lenguaje su cultura tradicional, y acompañan al individuo hasta el final de su vida —tanto es así que en algunas poblaciones se incluye incluso en las esquelas funerarias— y se suele perpetuar en su descendencia. Sin embargo el apodo, como elemento creativo que es, está en continua transformación dentro de un ciclo vital. Es un sobrenombre que nace, ejerce su función y muere, siendo sustituido por otro más propicio al individuo concreto y al medio que le rodea, por lo que los apodos tradicionales tienden a transformarse con el tiempo —hoy día de forma acelerada—, al mismo paso que la economía rural y las relaciones sociales.

 

APÉNDICE  

Relación alfabética de apodos de las poblaciones jiennenses de Pegalajar (P) y Lopera (L).

Abulaguilla, P

Aceituno, P

Acordeón, P

Afligío, P

Aguachinao, L

Agujerillo, P

Ahorcao, L

Ajito, P

Albardonero, P

Albardonero, L

Albarquillas, P

Alcalaíta, L

Alcaldaco, P

Alcalá (de), P

Alcarrán, L

Aldeano, L

Alelón, L

Alicates, P

Alicates, L

Almirante, P

Americano, P

Anchuras, P

Anguita, L

Anicapapo, L

Ansias, L

Antonini, L

Antón, L

Apañaroetes, P

Argentino, L

Aristilla, L

Arriero, L

Arroz, L

Astillón, L

Ataharre, L

Avellanera, P

Avispa, P

Azaña, P

Añañá, P

Añelo, L

Baba, L

Bacalao, L

Bailaora, P

Bailaora, L

Bala, L

Balazos, P

Ballena, L

Barbarilla, P

Barberito, L

BarberodeSevilla, L

Barrigatrapo, L

Barrigón, P

Bartolillo, L

Batacazo, P

Batatón, L

Bayetón, P

Baños, L

Beato, P

Belloto, P

Belloto, L

Berengeno, P

Bichicoluz, L

Bichito, L

Bichucha, L

Bichucho, P

Bienpeinao, L

Bizcocha, L

Bizcoescalones, L

Bizcotela, P

Blanquillo, P

Bloque, P

Blusalarga, P

Bobi, P

Bocachifle, L

Bocajaleo, L

Bocanegra, P

Bocatuerta, P

Boega, P

Bollicones, P

Bolo, L

Bomba, P

Bomba, L

Bombero, P

Bombo, P

Bombones, L

Bordadora, P

Borondo, L

Borracha, P

Borracheras, L

Borrachina, P

Borrego, P

Borricoleñaor, L

Borricotuno, P

Brazosdehierro, P

Bretón, P

Breva, L

Brevas, P

Brevillas, P

Bruja, P

Buenasnoches, L

Bueyrabón, L

Caballito, P

Cabezabicha, L

Cabezacuadrá, P

Cabezanique, L

Cabezapepino, L

Cabildo, P

Caboslosguardas, L

Caboslosguardas, P

Cabracoja, P

Cabrahigo, P

Cabrero, L

Cacaflote, L

Cachetillos, P

Cachimbón, P

Cacho, P

Cachopán, P

Cachorras, L

Cachorro, P

Caejos, P

Cafetero, L

Cagao, P

Cagarruta, L

Cajo, L

Cajota, P

Cal, L

Calandrio, P

Callejas, P

Camaalhombro, P

Cambalo, P

Caminero, L

Camisón, L

Campanario, L

Campanas, L

Canalejas, P

Canarios, P

Canastas, L

Cancana, P

Cancanetas, P

Cancas, L

Canco, P

Caneco, P

Canelo, L

Canito, P

Cantaor, P

Canteruelo, P

Cantica, L

Cantimplora, L

Cantor, L

Canuto, L

Cané, L

Canónigo, P

Cañamero, L

Cañaones, P

Caparranas, L

Capuchinaapagá, P

Capulla, P

Capullito, L

Caqui, L

Carabayo, P

Carabillo, P

Carabinero, P

Caradepalo, P

Caradura, L

Caragato, L

Carallo, L

Caramelo, P

Carasanto, L

Carasucia, P

Caribero, P

Carmona, L

Carraco, P

Carrasquillas, L

Carruño, P

Cartero, P

Carzoncillos, P

Carzones, P

Carzonúo, P

Cascabel, P

Cascanueces, P

Cascapoco, P

Cascarria, P

Cascarón, P

Cascúo, P

Casquijo, P

Castañetas, P

Cataollas, P

Catavinagre, L

Cavila, P

Cañerillo, L

Cebolla, P

Cebolla, L

Cebolleta, P

Celodelcaúco, P

Cencerrilla, L

Centello, P

Cerezos, L

Cerote, L

Cerullico, L

Chacha, P

Chache, L

Chachobebes, P

Chachololo, L

Chachoroque, L

Chachovío, L

Chachoía, P

Chamarizo, P

Chamarreta, L

Chamorrico, L

Champli, L

Chanchanica, L

Chaquetas, L

Charneque, P

Chato, P

Chatochaparro, L

Chatocárate, L

Chatomiguelón, P

Chavillo, P

Chereca, L

Cheta, P

Chicharrón, P

Chicodelosrelojes, L

Chicuelo, P

Chillo, L

Chinchanico, L

Chindo, L

Chinica, L

Chiquitín, L

Chiva, L

Chivero, L

Chivito, L

Chocero, L

Chocholoco, P

Chochona, P

Chocolate, P

Chocolatero, L

Chola, P

Cholo, L

Cholondro, L

Chorizo, P

Chorreras, P

Chorrina, P

Chotillo, P

Chozuelas, P

Chuleta, L

Chulo, P

Chumberas, L

Chupacharcos, L

Churrasca, L

Churrascao, L

Churrete, P

Churripi, L

Churro, L

Chusco, P

Ciclista, P

Cigarrillo, P

Cigarrillo, L

Cimbra, L

Cincoarrobas, P

Clarilla, P

Coca, P

Cochera, L

Cocinero, L

Cofito, L

Coja, P

Cojodelatambora, L

Cojopringues, P

Cojovergara, P

Coliche, P

Colina, L

Colorao, P

Coloraíllo, L

Colorín, L

Comba, P

Comino, P

Comisario, P

Compadre, P

Conchinchino, P

Conejito, P

Conejo, P

Conejo, L

Confitero, L

Contrahecha, L

Copito, P

Cordobés, P

Cordobés, L

Coreano, P

Corona, L

Coronel, L

Correa, P

Correas, L

Corruco, L

Cosabuena, L

Coscurrón, L

Cosechadora, P

Criadamoderna, P

Cuartillero, P

Cubano, L

Cuchilla, L

Cuco, P

Cuco, L

Cucoviejo, P

Cuelloancho, P

Cuesco, P

Culebra, P

Culorroto, L

Culoyeso, P

Culón, L

Cuqui, L

Curacohete, L

Curadelaposá, L

Curapiñonero, L

Curcio, L

Curial, L

Curica, P

Curica, L

Curilla, P

Curriqui, L

Curro, L

Curucho, P

Córcoles, P

Destrozapeines, L

Dientedeoro, L

Dientenegro, L

Dientes, L

Doblado, L

Dominguillo, P

Donrecio, P

Duende, P

Duende, L

Dulcemeneo, L

Duquesa, P

Durilla, L

Encontrá, L

Escogío, P

Esquilache, L

Esquilador, L

Estampío, P

Estrecho, L

Estrella, P

Estroza, P

Fatiga, L

Feo, P

Feo, L

Finito, L

Flamenco, P

Flamenco, L

Fleta, L

Florío, P

Follollo, L

Fonda, L

Fonda, P

Fragadán, L

Frescales, L

Fresco, P

Fullero, P

Galindo, L

Gallico, L

Gallineta, L

Gallo, P

Galloyo, L

Gamberro, L

Gancha, P

Garabata, L

Garabatero, P

Garrafa, P

Gastoso, P

Gatica, P

Gatico, P                  

Gato, P

Gatocenizoso, P

Gatomuerto, L

Gatorayao, L

Goma, L

Gordo, P

Gordobarajas, L

Gorete, P

Gorila, L

Gorito, P

Gorraparaniños, L

Gorrilla, P

Gorrión, P

Gorullo, P

Grande, P

Granizo, P

Grecas, P

Gualmeña, P

Guardeñuelo, P

Guayabo, L

Guchilla, L

Guerra, L

Guilindo, L

Guitarrero, P

Guiños, P

Gurullón, P

Guñolera, L

Habanero, P

Habanero, L

Habichuela, P

Hachuela, P

Higueras, P

Hocicohierro, P

Hocicotopo, P

Horcones, P

Hueco, P

Huesa, L

Huevero, P

Huevo, P

Huevoduro, L

Humo, P

Ideílla, P

Incubadora, P

Indomable, P

Jabalúo, P

Jabonero, P

Jamacuco, L

Jamalgo, P

Jaque, L

Jarapo, L

Jardinero, P

Jarilla, L

Jarillo, P

Jarrapieles, P

Jarria, L

Jefelosvainas, P

Jimena, L

Jornalero, P

Juanetes, L

Juanlanas, P

Juanveintitres, L

Lagartijo, P

Laleve, P

Lavativa, L

Lechines, P

Lechugo, L

Leja, P

Lenguaviva, L

Lerma, P

Letanías, P

Levita, L

Leznas, P

León, L

Linero, L

Liote, P

Lista, P

Llave, P

Lobo, L

Loquilloatrévete, P

Lorite, L

Lucero, P

Lucete, L

Luchana, L

Lunarico, L

Luriana, P

Lápida, P

Macaco, L

Macaco, P

Macandreo, P

Macetero, P

Machaco, L

Machaquita, L

Machero, P

Macho, L

Machovaras, P

Machín, L

Macuto, L

Madroño, P

Magana, L

Majillo, P

Malacarga, L

Malagueña, L

Malamaestra, P

Malasmanos, P

Maleta, L

Manazas, P

Mancenti, L

Manchao, L

Manchas, P

Manchego, L

Mancheguillo, P

Manchosgordos, P

Manco, P

Mangolero, L

Manillas, P

Manjón, P

Manojero, P

Manolón, L

Manolón, P

Manosnegras, L

Manossucias, L

Manquilla, L

Manro, L

Manso, P

Mantecoso, P

Mantequilla, P

Manzano, P

Marañas, L

Marchenilla, L

Marinero, P

Marmito, L

Marquesito, L

Marteño, L

Mascujón, P

Matabichos, P

Mataborricas, L

Matamadres, P

Matamoros, P

Matanovias, L

Matao, P

Matapollos, P

Matapollos, L

Matarratas, L

Matatíos, P

Maturrana, P

Mayorala, L

Mañas, L

Maño, P

Mediamisa, L

Medianoche, P

Mediapetaca, P

Mediomequero, P

Melenas, P

Mellao, L

Melocotón, P

Melonero, P

Merceícas, P

Merguicillo, P

Metalo, P

Miguillas, P

Mijo, L

Militar, L

Minera, L

Minisa, L

Mocha, P

Mochilas, P

Mochito, P

Mocho, P

Mocho, L

Mochón quemao, P

Moco, P

Modelas, P

Momo, L

Mona, P

Monecilla, L

Monito, L

Monja, P

Monje, L

Mono, L

Montané, P

Montaoras, P

Montellana, P

Montoreño, L

Monín, P

Morala, L

Morenito, P

Moreno, P

Morenonavalosas, L

Moret, L

Morterero, P

Moruno, L

Morzollo, L

Mosca, L

Motitillo, P

Moya, L

Moyano, P

Mozolavena, P

Moñoño, L

Mueca, P

Muelas, L

Muertovino, L

Muillo, P

Mundoviejo, L

Nalgassucias, P

Naranjita, L

Nariguetas, L

Nariz, P

Navarrete, L

Negretas, L

Negro, P

Nicanor, L

Niñalomas, P

Niñochico, L

Niñogordo, P

Niñoherrero, L

Nonico, L

Norico, L

Noteenrites, L

Notemontesenlahiguera, P

Obrero, L

Oca, P

Ochío, P

Ojales, P

Ojanco, P

Ojillos, P

Ojinegro, P

Ojosdeplata, P

Orejasdepollino, P

Orejasroías, P

Orejitas, L

Orejones, L

Organista, P

Oruro, P

Ovejo, P

Paches, P

Pajalarga, L

Pajarito, P

Pajarito, L

Paje, P

Palanco, P

Paleta, L

Paletazo, P

Palitroque, L

Palomero, P

Palomico, L

Palomino, P

Palomo, P

Palomosinsombrero, L

Palotera, P

Pamplas, L

Panaera, P

Panaero, P

Panblanco, L

Pancharra, P

Panciblanco, P

Panera, P

Panes, P

Pantalla, P

Pantomina, P

Panzaperra, P

Papagüelo, P

Papasfritas, P

Papelón, P

Papiro, L

Paratrenes, P

Parejito, P

Pariente, P

Parrita, L

Parrón, P

Pataalambre, L

Patachula, L

Patagorda, P

Pataleto, L

Pataluto, P

Patas, P

Patastuertas, P

Patatero, L

Patatilla, L

Paticademingo, L

Patiche, L

Patillas, P

Pato, P

Patojo, P

Patojo, L

Patuela, L

Patusco, P

Pavaíco, L

Pavero, P

Pavero, L

Pavo, P

Pañerillo, P

Pecherablanca, P

Pedregales, P

Pedroloya, L

Peineta, P

Pejiguera, L

Pelao, L

Pelayo, L

Pelaíllo, P

Pelele, L

Pelijo, L

Pelito, L

Pella, L

Pello, P

Pelota, L

Pelusa, L

Pelón, P

Pelón, L

Pena, P

Peor, P

Pepote, L

Peque, P

Perala, L

Perchera, P

Perejil, L

Perete, P

Perichan, L

Periñol, P

Perolas, P

Perolino, L

Perrero, L

Perritas, P

Perro, P

Perruno, L

Perucha, L

Pescaor, L

Pesetas, P

Pesetilladorá, P

Piarrás, P

Picantillo, P

Picao, P

Picaor, L

Picatoste, L

Picebrón, P

Pichilica, L

Pichilina, P

Pichón, L

Picores, P

Picón, L

Piedra, L

Pierdecasas, L

Pifanio, L

Pijita, L

Pileta, L

Pilina, L

Pilón, P

Pimentón, P

Pimpanito, L

Pimpi, P

Pinche, L

Pinguitos, L

Pintamonas, P

Pintaíca, L

Piojo, L

Pipi, L

Pipilla, L

Pipirrana, P

Pirolo, P

Pitita, L

Pitogordo, P

Pitroya, L

Piñona, L

Plancha, L

Platero, L

Pletinas, P

Pocaleña, P

Pocholo, L

Pollico, L

Pollina, P

Pollo, P

Polvorillo, L

Ponquera, L

Pontelvelo, L

Popeye, P

Porro, P

Postemas, L

Posturitas, P

Potaje, P

Potaje, P

Potota, L

Poyagorda, P

Premio, L

Preso, L

Pretolina, L

Prieta, P

Pringue, L

Priora, L

Prosperaora, P

Pucherete, P

Pujarico, L

Pupa, L

Puyo, P

Puñalás, L

Pánduli, P

Quebrao, L

Quejirre, P

Querito, L

Quico, L

Quiebraguitas, L

Quiebrapeines, P

Quijaíllas, P

Quintana, L

Quintillo, P

Quiñones, L

Rabanito, P

Rabiaseca, P

Rabito, L

Rabote, L

Rallúa, P

Rana, L

Ranico, P

Ratón, P

Ratóncolorao, P

Rayo, L

Rebanás, P

Rebollo, L

Recluta, L

Recortes, L

Regular, P

Reina, P

Relleno, P

Reluciente, P

Relámpago, P

Remache, L

Rematamundos, L

Remolino, L

Remujer, P

Repoza, P

Repósito, L

Requeté, L

Resiste, P

Restrojo, L

Retales, L

Retostón, P

Reverte, P

Reydelacarretera, P

Reydelacarretera, L

Reyjorge, L

Richard, P

Ricia, P

Riconuevo, L

Ricopelo, P

Rineja, L

Rirri, L

Risicas, P

Rizao, L

Roalo, P

Robarrejas, L

Robisón, L

Rochica, L

Romana, L

Rompes, L

Rosquillero, P

Roya, L

Rubiacuesta, P

Rubialachava, P

Rubiameina, L

Rubionotario, P

Rubito, L

Rufina, L

Ruina, L

Rulé, P

Sabadito, P

Sabino, P

Salaete, P

Salaíllas, P

Salivilla, L

Salpicones, P

Saltitos, P

Salvorico, L

Salón, L

Sanluis, P

Santana, P

Santo, P

Sardinica, L

Sarmiento, L

Sartenilla, P

Sastre, P

Saturno, L

Seca, P

Segaor, P

Seisdeos, P

Senaguas, L

Serranilla, L

Serón, L

Sevillano, P

Sevillano, L

Sevillica, L

Señor, P

Señor, L

Señorito, L

Sherif, P

Sieteculos, L

Sietelocas, L

Sociedad, P

Socueca, L

Sogaliá, P

Solera, L

Sombrerón, L

Sombrilla, L

Sordilla, L

Sordolajara, P

Sota, P

Tablones, P

Tacones, P

Tahona, P

Tajolete, P

Talaborta, P

Tallero, L

Tamarazo, P

Tanganero, P

Tarambana, P

Tarata, P

Tartaja, P

Tarugo, P

Tate, L

Taturro, L

Teja, P

Temerón, P

Tempranilla, L

Tenemos, P

Terremoto, P

Terrerillas, P

Terronero, P

Terrones, P

Terrones, L

Tesorera, P

Tetas, P

Tiapinilla, L

Tiapipas, L

Tiatipituza, P

Tilina, P

Timbirimbo, P

Tinajones, P

Tinte, L

Tintín, L

Tiodelvinagre, L

Tiolosqueques, L

Tiotuno, P

Titopala, L

Tiznao, L

Tocayo, P

Tocinera, P

Tocuato, L

Toledana, P

Tolillo, P

Tontaelgato, L

Tontoarjonilla, L

Tontocardeñas, L

Tontolagorda, L

Tontolosbueyes, L

Topo, L

Torcuata, P

Torero, L

Torrecampeño, P

Torreño, P

Tortolito, L

Tragabalas, L

Traganabos, L

Tragapájaros, P

Tragón, L

Tranco, P

Trapizonda, L

Tratamundos, L

Trespanzas, P

Tresperrillas, L

Trespesetas, P

Trigo, L

Triplicos, P

Trol, P

Trompero, P

Trompetilla, L

Tronlorón, P

Trueno, L

Trusma, P

Tuerca, L

Tuerto, P

Turbiera, L

Tágalo, P

Támara, P

Uva, P

Vagoneta, L

Valenciano, L

Valerica, L

Valiente, L

Valor, P

Valor, L

Vecino, P

Vegeto, L

Vela, P

Veneno, P

Verdolago, L

Viejo, L

Vinagrito, P

Vinotinto, L

Virgen, P

Vitorín, P

Vitri, L

Vivillo, P

Vizquela, L

Volquetazo, P

Vísperas, P

Yedro, P

Yeso, L

Zafra, L

Zagalón, P

Zanahoria, P

Zapata, L

Zapatera, L

Zapatones, L

Zapatosvacíos, P

Zapico, P

Zopico, L

Zorrico, L

Zorro, P

Zuandillo, P

Zumbalón, L

Zurdo, L

Zuriza, P

Zurreón, P

Zángano, L



[1]Ver:

            - ANDÚJAR COBO, Arturo. "Contribución al estudio de las hablas andaluzas: el habla de Villanueva de la Reina". Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 172, Jaén, Julio-Diciembre 1999, p. 411-453.

            - CALVO MORILLO, Miguel. “Apuntes para una antología de apodos marteños". Senda de los Huertos: Revista cultural de la provincia de Jaén, nº 11. Asociación de Amigos de San Antón. Jaén, 1988, págs. 57-60.

            - GODOY LÓPEZ, Alejo. Los alias, motes o apodos en Jódar. Origen y desarrollo. Revista cultural Saudar. Jódar: Asociación Cultural Saudar de Jódar, Diciembre 1993. Núm. 27, págs. 25-31.

            - “Palabras de aquí”. Almadén. Centro de Educación de Adultos de Pegalajar, Junio, 1997. Núm. 0, págs. p. 14-15.

            - QUERO JUÁREZ, José Luis. “Algunos datos sobre tradiciones, costumbres... En VI Jornadas de Estudios de Sierra Mágina, 550 Aniversario. Ayuntamiento. Huelma, 1992, p. 331-346.

            - TROYANO VIEDMA, José Manuel. Los apodos en la villa de Bedmar y su término. En: Torreón de Cuadros. Revista en honor de la Santísima Virgen de Cuadros. Bedmar: Ayuntamiento de Bedmar, 13 de abril de 1995. págs. 10.

            - PADILLA AGUDO, Juan y GIRÓN RUIZ, María del Carmen. 450 apodos loperanos. Lopera, 1991.

 

[2]CENIZO JIMÉNEZ, José. “Mote y anécdota en el Flamenco”. El Folklore Andaluz: Revista de cultura tradicional, nº 8. Sevilla, 1992, págs. 151-159.

[3]Hechos del Condestable don Miguel Lucas de Iranzo (Crónica del siglo XV). Edición y estudio por Juan de Mata Carriazo. Madrid, 1940, págs.382-395.

[4]FERNÁNDEZ GARCÍA, José; y LÓPEZ CORDERO, Juan Antonio. La Picaresca en la sociedad tradicional (Jaén: siglos XVI-XIX). Jabalcuz. Torredonjimeno, 1997, pág. 155.

[5]Jitanjáfora es un término adoptado por Alfonso Reyes en 1929, a partir de una estrofa del escritor cubano Mariano Brull para designar aquellos poemas de creación popular o individual en los que prima el efecto fónico, el juego de palabras y el sinsentido. Nosotros lo aplicamos en este sentido a los apodos, abarcando variedades tales como las frases onomatopéyicas e interjectivas, trabalenguas, etc.

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