(En
Sumuntán, revista de estudios de Sierra Mágina, núm. 26, Colectivo de Investigadores de Sierra Mágina CISMA. Jaén, 2008, p. 45-68)
1.
Introducción
Tras un primer estudio de los castillos perdidos de Sierra Mágina en el valle del río Guadalbullón, continuamos nuestra investigación con el estudio de la otra vía de comunicación que en esta comarca supone el valle del río Jandulilla. Unos castillos que, como ya avanzamos en el artículo anterior, son recuerdo de un pasado inseguro, aunque durante los siglos X y XI, época de control califal, hubo alquerías que se distribuyeron por las zonas fértiles de cultivo, como son en el valle del Jandulilla el lugar del cortijo de Las Casas, situado en el curso alto del río, ya ocupado también en época romana; el del cortijo de los Nacimientos, en la cabecera del barranco del Sotar; o el del barranco de Los Hornillos Bajos, en la ladera Este de la Sierrra de la Cruz, también con fase de ocupación romana.[1] Esta situación no fue duradera, pues la crisis del siglo XI y la inseguridad reinante motivó el refugio de la población dentro o junto a las antiguas fortalezas de época emiral. En la desaparición de muchas de estas fortalezas influyeron decisivamente los casi tres siglos de frontera (siglos XIII-XV) entre el reino cristiano de Castilla y el musulmán de Granada, lo que provocó un gran vacío demográfico en la zona y el abandono de numerosas fortalezas rurales, refugios de la anterior población dispersa en alquerías con base económica agroganadera.
Estos castillos tienen unas características semejantes a los del valle del
Guadalbullón y también un origen alto medieval. También aparecen citados en las
crónicas medievales y aún hoy día mantienen pequeños restos que nos descubren
su ubicación. Se encuentran cercanos a fértiles campos de
cultivo de regadío, emplazados en pleno valle sobre un promontorio rocoso,
defensa natural que se eleva sobre las tierras circundantes; son de regular
extensión superficial, entre los
2. La desaparición de los castillos
del Jandulilla.
Los castillos perdidos del Jandulilla,
más que defensa de un paso estratégico entre el Alto Guadalquivir y el Surco Intrabético granadino, misión que cumplieron posteriormente
en época de frontera los castillos de Solera, Belmez,
Huelma y Jódar, eran lugares de hábitat-refugio de una
población de economía agro-ganadera, especialmente vinculada a las fértiles
tierras de regadío que existen a su alrededor. El ocaso de estas fortalezas
comienza con la intensificación bélica de la zona tras la conquista de Baeza y Jódar, conquistado
entre 1227 y 1229. La figura de Sancho Martínez de Xódar
estuvo vinculada a la conquista de este valle, pues se hizo con el control de Chincoya, Neblín o Ablir, Solera, Polera, Gris, Allo y Ogáyar. Los castillos de Belmez y Huelma, en la margen
izquierda del río, también pasaron a poder cristiano, entre 1243 y 1246 Belmez, y
algunos años después Huelma; por lo que la totalidad del valle del Jandulilla estaba en poder cristiano a finales del siglo
XIII. Sobre 1275 con la entrada de los benimerines, se perdieron
definitivamente los castillos aquí estudiados y pasaron a poder musulmán los de
Solera, Belmez y Huelma
perdiendo los cristianos el control del paso del Jandulilla.
Así quedó establecida la frontera, con pequeñas oscilaciones, hasta 1438 en que
vuelve a ser reconquistada Huelma por Íñigo López de
Mendoza, lo cual posibilitó el dominio de Solera y Belmez.
Se perdieron definitivamente en el siglo XIII los
castillos de Chincóyar o Chincoya,
Neblín o Ablir, Gris, Allo, Polera y Ogáyar, seis castillos rurales, alquerías-fortaleza
ubicadas en lugares estratégicos junto a tierras de regadío, de los que aún
quedan sus restos físicos y en muchos casos toponímicos. El léxico tiene un
origen romance, lo que indica el predominio de la población con importante
sustrato hispano-romano en la zona.
El castillo de Chincoya es el más famoso de
ellos, debido a la leyenda que narra las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio, escritas en la segunda
mitad del siglo XIII. La cantiga número
185 recoge un hecho de guerra ocurrido entre los años 1271 y 1274 en relación
con el rey Alhamar. El alcaíde
del castillo moro de Belmez, situado en las cercanías
del de Chincoya, al otro lado del río, intentó
tomarlo mediante un ardid, invitando a los cristianos a salir del castillo y
festejar el pacto existente, y una vez sin defensa tomarlo. Los cristianos no
cayeron en el mismo y en la celada cayó sólo su alcaide. La leyenda dice que
los cristianos se defendieron del ataque, despeñaron a tres moros asaltantes y
pusieron en las almenas la imagen de la Virgen, la cual detuvo al rey moro y
los asaltantes.
Sobre la ubicación del castillo de Chincoya hay diversas hipótesis. Desde la que busca su
situación en tierras de Villanueva del Arzobispo[2],
Cazorla o Segura[3]
hasta las que lo ubican en algún castillejo rural de Sierra Mágina[4].
Evidentemente, el castillo de Chincoya debió estar
situado cerca del castillo de Belmez. Teniendo en
cuenta esta hipótesis Juan Eslava identifica Chincoya
en algún lugar cercano, preferentemente en las ruinas de una fortificación
situada en la falda del cerro de la Atalaya, cerca del río Jandulilla
y a unos doscientos metros de la carretera de Cabra, una vez pasado el puente[5],
lugar donde también lo ubica Jesús Montoya Martínez[6], al
que nosotros identificamos con la posible fortaleza de Allo.
Junto a las ruinas de la fortaleza quedan los restos de un cortijo construido
en época contemporánea. Nicolás Navidad Jiménez sitúa el castillo de Chincoya con los restos del castillejo del Barranco de
Aguas Amarguillas,[7]
una ubicación que creemos es la más probable.
Las ruinas del castillo de Chincoya
se ubican junto al río Jandulilla, en su margen
derecha, aprovechando la defensa natural de un promontorio rocoso. Desde el
lugar se divisa gran parte del valle del río Jandulilla.
Frente a este castillo, al otro lado del río se ubica el castillo de Belmez, tal como cuenta la leyenda de las Cantiga 185 y
ratifica la toponimia con la denominación de Chincoya
que dan a la sima que hay en sus proximidades. Los dos castillos están situados
a tres kilómetros de distancia
La obra que recoge esta leyenda, Las Cantigas de Santa María, está compuesta por un conjunto de cuatrocientas veintisiete composiciones, atribuidas a Alfonso X el Sabio, fechadas entre 1260 y 1275. Están escritas en una época de gran devoción mariana, que se manifiesta en muchos de los aspectos de la vida, como en la advocación de las nuevas iglesias que surgen tras la conquista y consagración de las antiguas mezquitas a Santa María. Están escritas en galaico-portugués, lengua romance hablada en la Edad Media en la franja noroccidental de la Península, utilizada en la lírica del siglo XIII en Castilla. Hasta nuestra época han llegado cuatro manuscritos, el de la Biblioteca Nacional en Madrid, dos que se encuentran en San Lorenzo de El Escorial y el cuarto en Florencia.
La mayoría de las cantigas estás compuestas por alabanzas a la Virgen Santa María, en el manuscrito se narran historias, milagros, juegos, etc., relacionados con la Virgen. Otras, en menor número, cuyo orden se recoge en múltiplo de diez, son poemas en los que no figuran milagros, sino oraciones y reflexiones sobre la Virgen. La obra nos muestra todo un escenario de la vida en Castilla en él siglo XIII.
El códice T I.1 de El Escorial incluye dos láminas de seis miniaturas cada una, en las que aparece representado el castillo de Chincoya sobre una altura. En ellas se narran visualmente los hechos, donde también aparecen las figuras del alcaide moro de Belmez, el alcaide cristiano de Chincoya, el rey moro de Granada y su ejército. Jesús Montoya sugiere que dichas miniaturas, que recogen hechos contemporáneos a su realización, pueden estar basadas en la realidad, tanto en la geografía como los personajes.
Las ilustraciones y el texto aportan datos sobre la localización de Chincoya. Las miniaturas representan un castillo sobre una fuerte pendiente y con doble recinto. Por otra parte, el texto lo sitúa separado del castillo de Belmez por el río, pues el alcaide cristiano cruza el río para entrevistarse con el alcaide moro.[8]
José Filgueira Valverde hace la siguiente versión en castellano de la cantiga:
<<E. 185
Esta es cómo Santa María guardó de los moros el castillo de Chincolla, que no lo pudieron tomar, por la imagen de Santa
María que pusieron los de dentro de las almenas.
R. –Gran poder tiene Santa María para
socorrer a los suyos, en cualquier lugar que estén, y para defenderlos del mal.
Y, de esto, he oído un gran milagro
que hizo Santa María y que sucedió hace poco, en Chincolla,
un castillo, por cuanto yo he aprendido; y a quienes lo oí eran hombres tales
que debemos creerlos. //
Este castillo está en el reino de
Jaén, y había allí un alcaide que lo guardaba muy bien, pero para guardarlo
hasta el final le faltó mucho el juicio, así que, por poco, un día estuvo a
punto de perderlo. // Este alcaide quería mucho a un moro de Belmez que era alcaide de aquel castillo, y ¿qué fue lo que
hizo el traidor? Habló con el rey de Granada y le dijo:
- “De esta vez os daré el castillo de Chincolla en vuestro poder.” //
Dijo él:
- “¿Cómo?”
Repuso:
- “Si tengo poder vuestro, señalaré un
día para hablar con el alcaide, y, estando en la conversación, lo prenderé y de
esta manera creo que podréis tenerlo.” //
Y dijo el rey de Granada:
- “Por mí, si no obsta otra cosa,
quiero ir allá contigo, y veré lo que sea; pero, si tú me mientes, no habrá
más; mandaré que te quiten la cabeza de sobre los hombros.” //
De esta manera, el rey le metió mucho
de miedo a aquel moro, y, por otra parte, le prometió un gran haber si le diera
el castillo, y luego se marchó con él, y el moro se fue a entrevistar con el
alcaide de Chincolla, // y le dijo que saliese a
firmar con él su convenio, ante cristianos y moros de los que estaban en el
lugar, y que lo guardase, como él lo quería guardar, y, sobre esto, ambos
harían grandes juramentos. //
El alcaide de Chincolla,
que no creía que de esto se sobreviniese ningún mal, fue allá, sin más, y se
llevó dos escuderos, que le dijeron que tenían miedo del moro, que lo quería
traicionar.” //
- Además no lleváis armas, que vais a
cuerpo, y como los moros son falsos, quizá os retengan, y por ello queremos
retornarnos al castillo.”
Y se volvieron corriendo y fueron a
meterse en él. //
No volvió la cabeza el alcaide, con todo
esto, sino que, por llegarse hasta el moro, pasó luego el río; y, cuando fue
llegado, el otro lo prendió y lo hizo llevar preso al rey de Granada // que en
la celada estaba. Y le dijo esta razón. “Que le dijese la verdad sobre el
castillo; que si no, lo decapitaba.” Dijo él:
- “Así Dios me perdone, en el castillo
hay quince hombres, pero no tienen qué comer.”//
Muy luego, el rey de Granada hizo
salir su celada, y comenzó a irse, derecho, al castillo, y mandó al alcaide que
pidiese el castillo a los que allí había dejado, que, de lo contrario, moriría.
// Él, con el miedo de la muerte, pidió el castillo a los que dentro estaban, y
tal respuesta oyó: “Que a fe, que no se lo darían.” Cuando el rey esto oyó,
hizo luego que toda su gente combatiese el castillo, // con piedras y saetas,
todo en derredor. Y los de dentro estaban tan gran pavor tuvieron, que cogieron
la imagen de la Madre del Salvador, que estaba en la capilla, y fueron a
ponerla // entre las almenas, diciendo:
- “Si Tú eres Madre de Dios, defiende
este castillo y a nosotros, que somos tuyos, y guarda a tu capilla, que no
caiga en poder de los incrédulos moros, ni hagan arder tu imagen.” //
Y la dejaron diciendo:
- “Vamos a ver qué haces.”
Entonces, los atacantes se volvieron
todos atrás; y a tres moros que habían entrado en el castillo, más negros que
Satanás, los de dentro los hicieron, ende, caer // muertos desde lo alto del
muro.
Y dijo el rey:
- “Ningún provecho podré sacar de que
combatamos más, y me tendría por loco si fuese contra Santa María, que suele
defender a los suyos.”
Y mandó tañer las trompas y mover la
hueste.
Y, de esta manera, guardó a Chincolla Aquélla a la que todos dan loores por su bondad,
pues gran justicia hacen en ello, porque a los suyos muy bien guarda y a los
otros, que contra Ella vienen, les da fatigas y hace que sean vencidos.>>[9]
Otro
castillo identificado es el de Neblín, que aún recoge la toponimia en la denominación del
valle y cortijos que en él se encuentran. El significado del topónimo parece derivar
del latín “nubula” o nube, posiblemente en relación
con la meteorología de la zona donde hay frecuentas nieblas por la proximidad
del río Jandulilla y la ubicación del castillo en la
zona norte de Sierra Mágina, limítrofe con el alto
valle del Guadalquivir. Su historia estuvo muy vinculada al castillo de Chincoya: fueron conquistados en la misma época, pasaron en
El
castillo de Ogáyar
también podemos identificarlo sin duda con el actual castillo de “Piedra del
Castillejo”, situado en el término de Huelma, en el
antiguo camino de Guadix. Sin duda identificado con el lugar de “las casas de Ugayar”, de las que nos dice la crónica del Condestable
Miguel Lucas de Iranzo que estaban situadas “çerca de una legua allende de Huelma”,
lugar donde en 1470 llegó el Condestable y esperó a don Juan de la Cueva para
realizar juntos una incursión a tierras granadinas.[11]
Respecto al castillo de Allo, nosotros lo identificamos con el situado a los pies de la Serrezuela. Allo es tu antiguo toponimo, posiblemente romance o ibérico. En Navarra se encuentra la población de la misma denominación. Éste es un lugar ubicado en un valle rodeado de montañas, por lo que algunos estudios sugieren que proviene de un nombre vasco que significaría “lugar llano”. La misma ubicación geográfica tiene el castillo que identificamos con Allo, ubicado a los pies de la Serrezuela que, al contrario del resto de los castillos del Jandulilla, se encuentra en el fondo del valle en una pequeña meseta, y no en un promontorio rocoso. Por otra parte, hoy parece evidente que el idioma vasco proviene de las antiguas lenguas ibéricas.
En cuanto al castillo de Gris, lo identificamos con las ruinas del Castellón de Bélmez de la Moraleda, cuyo alcazarejo está situado sobre una pared rocosa, bajo la cual se encontraba el recinto, muy cerca del caz superior del río Gargantón. Esta ubicación con pared rocosa es muy semejante a otros castillos de Sierra Mágina, como los de Ogáyar, viejo de Bedmar o el de Albanchez. El castillo limita con la parte de la Sierra, de la que forma parte la peña donde su ubica. El color gris de las calizas que lo rodean se distinguen claramente por la escasa vegetación del terreno rocoso.
El castillo de Polera fue problamente el que albergaba en sus alrededores una mayor población. En sus proximidades apareció una inscripción árabe conmemorativa de la construcción de una mezquita, la cual se conserva en el Museo Provincial de Jaén. Su misma denominación puede provenir de “pola” y el sufijo “-era”, palabra latina que significa pueblo, población,... lo que vendría a describir el lugar donde se encuentra la población. Aunque la ubicación de la fortaleza ha permanecido olvidada durante siglos, el topónimo ha permanecido describiendo el entorno, también perviven elementos concretos como el cortijo de Polera, e incluso con este nombre se ha denominado en algunas ocasiones a esta parte de la Sierra.
3. Descripción de los castillos perdidos del Jandulilla.
Como hemos visto más arriba, entre los castillos que Sancho
Martínez de Xódar conquistó en el valle del Jandulilla, cuya ubicación ha permanecido dudosa o
desconocida están los de Chincoya, Neblín o Ablir, Polera, Gris, Allo y Ogáyar. Un rastreo concienzudo de la cuenca del Jandulilla nos ha llevado a la localización geográfica de
estos castillos, que se describen documentalmente en el siglo XIII y luego
desaparecen. Era difícil su desaparición física total, más aún cuando son un
tipo de fortalezas que suelen aprovechar con frecuencia la orografía del
terreno. La experiencia en la localización de los castillos perdidos de la
cuenca del río Guadalbullón nos ha servido de ayuda para la localización de
éstos, pues sus características coinciden en muchos aspectos.
Denominación:
Castillo de Chincoya o castillejo del Barranco de
Aguas Amarguillas
Ubicación:
Paraje: Sima de Chincoya
Coordenadas: UTM X: 467770; UTM Y: 4175397
Altura s.n.m.:
Uso
actual: Cultivo de olivos y almendros
Propiedad:
Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Superficie recinto interior:
Superficie recinto exterior:
Perímetro total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Elementos
observables: Diversos restos de murallas y ruinas de la torre del
homenaje.
Materiales: El
castillo se halla ubicado en un promontorio cárstico. En la construcción del
castillo se utilizan mampuestos del mismo tipo unidos con mortero.
Descripción: Este
castillo, de tipo rural, está situado a unos escasos
Elementos
anexos: En el entorno aparece numerosa cerámica medieval. Cerca
de él se encuentra la sima conocida como de Chincoya.
El entorno del castillo al Norte y Oeste está plantado de olivos, regados por
el río Jandulilla, mientras que al Este y Noreste se
extiende la Serrezuela y la Atalaya.
Citas
históricas: En la década de
1230, Sancho Martínez de Jódar tomó por pacto la
fortaleza de Chincoya, permitiendo vivir en ella a
parte de la población musulmana. En 1243, Fernando III la concedió a Baeza con
el usufructo de la misma para Sancho Martínez, y en 1255 éste firmó una concordia
con el obispo de Jaén don Pascual para la organización eclesiástica de Chincoya y las otras poblaciones del Jandulilla,
pasando en
|
Castillo de Chincoya |
|
Denominación:
Castillo de Neblín
Ubicación:
Paraje: Neblín
Coordenadas: UTM X: 470649; UTM Y: 4178280
Altura s.n.m.:
Uso
actual: Cultivo de olivos y almendros
Propiedad: Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Superficie recinto interior:
Superficie recinto exterior:
Perímetro total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Elementos
observables: Diversos restos de murallas y ruinas de tres torres.
Materiales: El
castillo se halla ubicado en el cenit de un monte con fuerte pendiente, cuyo
relieve lo forman materiales blandos, con ausencia de rocas, propio de un
entorno en el que predominan las barranqueras y escasa vegetación. En la
construcción del castillo se utiliza mampuestos calizos extraídos de la sierra
limítrofe de la Altarilla, al otro lado del Jandulilla, unidos con mortero.
Descripción: Este
castillo, de tipo rural, está situado a unos
Elementos
anexos: En el entorno aparece numerosa cerámica medieval. Cerca
de él se encuentran los cortijos de Neblín. A
trescientos metros del castillo medieval y en la cumbre del cerro de Neblín se hayan los restos de una
fortificación íbero-romana de planta rectangular. El entorno del valle del Jandulilla que se halla a
los pies del monte está plantado de olivos. Desde el lugar se divisan
los valles del Jandulilla y Neblín
con algunos barrancos como la Bocarrambla, así como
las sierras de la Peña de la Cruz y la Altarilla.
Citas
históricas: En la década de
1230, Sancho Martínez de Jódar tomó por pacto la
fortaleza de Neblín o Ablir,
permitiendo vivir en ella a parte de la población musulmana. En 1243, Fernando
III la concedió a Baeza con el usufructo de la misma para Sancho Martínez, y en
1255 éste firmó una concordia con el obispo de Jaén don Pascual para la
organización eclesiástica de Neblín y las otras
poblaciones del Jandulilla, pasando
|
Castillo de Neblín |
|
Denominación:
Castillo de Polera
Ubicación:
Paraje: Las Habitaciones, término
municipal de Belmez de la Moraleda.
Coordenadas: UTM X: 464112; UTM Y: 4174501
Altura s.n.m.:
Uso
actual: Erial y siembra.
Propiedad:
Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Superficie recinto interior:
Superficie recinto exterior:
Perímetro total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Elementos
observables: Diversos restos de murallas y ruinas de la torre del
homenaje.
Materiales: El
castillo se halla ubicado en un promontorio cárstico. En la construcción del
castillo se utiliza mampuestos del mismo tipo unidos con mortero.
Descripción: Este
castillo, de tipo rural, está situado a unos escasos
Elementos
anexos: En el entorno aparece numerosa cerámica medieval. Junto
al campo de cultivo adyacente apareció una lápida con epigrafía árabe referente
a la inauguración de una mezquita. El entorno del castillo al Este y Sur está
plantado de olivos. Al Norte y Oeste hay un campo de cultivo de cereales con
numerosos majanos y algunas encinas y almendros. Desde el mismo se observa el
macizo de Mágina con las formaciones kársticas de la
cuenca del Gargantón y gran parte del valle del río Jandulilla.
Citas
históricas: En la década de 1230, Sancho Martínez de Jódar tomó por pacto la fortaleza de Polera,
permitiendo vivir en ella a parte de la población musulmana. En 1243, Fernando
III la concedió a Baeza con el usufructo de la misma para Sancho Martínez, y en
1255 éste firmó una concordia con el obispo de Jaén don Pascual para la
organización eclesiástica de Polera y las otras poblaciones
del Jandulilla, pasando
Leyendas: La
leyenda del tesoro escondido, propia de muchos castillos, está presente en
éste. Allí, el Tío Sonsín se gastó toda su fortuna
excavando las ruinas del castillo.
|
Castillo de Polera |
|
Denominación:
Castillo del cerro de Atalaya ¿Castillo de Allo?
Ubicación:
Paraje: Falda del Cerro de la Atalaya
Coordenadas: UTM X: 469095; UTM Y: 4178032
Uso
actual: Cultivo de olivos y almendros
Propiedad:
Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Superficie recinto interior:
Superficie recinto exterior:
Perímetro total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Elementos
observables: muros de mampostería y tapial.
Materiales: El
castillo se halla ubicado en un pequeño promontorio cárstico. En la
construcción del castillo se utilizan mampuestos del mismo tipo unidos con
mortero.
Descripción:
Castillo rural situado en al final de una meseta,
pasado el cruce de la carretera Úbeda-Guadix con la local de Cabra del Santo
Cristo, en la margen derecha del río Jandulilla, a
unos
Elementos
anexos: En el entorno aparece numerosa cerámica medieval. Un
cortijo de planta rectangular arruinado ocupa parte del alcazarejo.
En el recinto del castillo se puede observar una antigua piedra de molino.
Citas
históricas: En la década de
1230, Sancho Martínez de Jódar tomó, probablemente
por pacto la fortaleza del Allo, permitiendo vivir en
ella a parte de la población musulmana. En 1243, Fernando III la concedió a
Baeza con el usufructo de la misma para Sancho Martínez, y en 1255 éste firmó
una concordia con el obispo de Jaén don Pascual para la organización
eclesiástica de Allo y las otras poblaciones del Jandulilla. En 1275 la fortaleza fue saqueada por los benimerines y ya no volvió a
poblarse.
|
Castillo
del Cerro de la Atalaya (¿Allo?) |
|
Denominación:
El Castellón (Bélmez de la Moraleda) o ¿Castillo
de Gris?
Ubicación:
Paraje: Cerro del Castellón
Coordenadas: UTM X: 0465290 UTM Y: 4175013 (dat
europeo 50)
Altura s.n.m.:
Uso
actual: Erial
Propiedad:
Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Superficie recinto interior:
Superficie recinto exterior:
Perímetro total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Elementos
observables: Murallas del alcázar y ruinas de torre del homenaje.
Materiales: El
material es del entorno, piedra caliza, unida con mortero de cal y arena.
Descripción:
Castillo rural situado sobre un promontorio calizo formado en el extremo de una
pequeña meseta que deja en su centro una nava, actualmente plantada de cerezos
y olivos. El promontorio muestra la Sur una alta pared rocosa de unos cuarenta
metros de altura, bajo la cual hay varios apilamientos de piedra en un erial
pendiente, que termina en las plantaciones de olivos regados por el caz más
alto del río Gargartón. La base de esta pared rocosa
debió formar parte del recinto defensivo por la protección que le da la fuerte
pendiente y la alcazaba del promontorio. La fortaleza serviría de refugio para
la población que cultivaba las fértiles tierras que se encuentran a sus pies.
En el promontorio del castillo existen dos recintos defensivos; y en el
interior una torre que debió utilizarse como último refugio.
Desde el lugar se divisa el
valle del Jandulilla y cumbres de Mágina
de los alrededores, además de los castillos de Solera y la torre del Lucero.
Elementos
anexos: Cerca del lugar se encuentra un corral de ganado (UTM
X: 0465090 Y: 4175067; altura s.n.m.:
Citas
históricas: En la década de
1230, Sancho Martínez de Jódar tomó, probablemente
por pacto la fortaleza de Gris, permitiendo vivir en ella a parte de la
población musulmana. En 1243, Fernando III la concedió a Baeza con el usufructo
de la misma para Sancho Martínez, y en 1255 éste firmó una concordia con el
obispo de Jaén don Pascual para la organización eclesiástica de Gris y las
otras poblaciones del Jandulilla. En 1275 la
fortaleza fue saqueada por los benimerines y ya no volvió a poblarse.
|
Castellón
de Bélmez de la Moraleda (¿Gris?) |
|
Denominación:
Piedra del Castillejo (Huelma) o ¿Castillo de Ogáyar?
Ubicación:
Paraje: El Castillejo
Coordenadas: UTM X: 0460919 UTM Y:
4165770 (dat europeo)
Uso
actual: Erial
Propiedad:
Privada
Conservación:
Derruido.
Medidas:
Superfície total:
Forma del Recinto: Irregular. Longitud:
Superficie alcazarejo:
Perímetro: Total:
Forma del Alczarejo:
Irregular. Longitud:
Elementos
observables: Lienzos de muralla, torre del
homenaje y aljibe. Numerosa cerámica medieval en los alrededores.
Materiales:
Construido con materiales calizos del entorno, unidos con mortero de cal y
arena.
Descripción:
Castillo rural situado sobre un promontorio de roca caliza que domina la cañada
del Almez que un kilómetro más abajo, al Este. se abre al valle del río Jandulilla. El
promontorio presenta al Sureste un fuerte cortado de unos veinte metros de
altura que actúa como defensa natural. A los pies del mismo hay una zona de
erial de acusada pendiente que debió formar parte del recinto fortificado. El
castillo debió de servir de refugio militar a la población rural que cultivaba
las tierras fértiles de regadío de los alrededores y de las proximidades del
río Jandulilla.
Elementos
anexos: En el entorno
aparece numerosa cerámica medieval. Desde el mismo se divisa la cañada del
Almez al Sur, el valle del río Jandulilla al Este, y
el paraje de Ruiz Cerezo al Oeste.
Citas
históricas: En la
década de 1230, Sancho Martínez de Jódar tomó, probablemente
por pacto la fortaleza de Ogáyar. En 1275
la fortaleza fue saqueada por los
benimerines y ya no volvió a poblarse. La crónica del
Condestable Miguel Lucas de Iranzo cita “las casas de
Ugayar”, que estaban situadas sobre una legua de Huelma, lugar donde en 1470 el Condestable esperó a don
Juan de la Cueva para realizar juntos una incursión a tierras granadinas.
|
|
|
Bibliografía:
-
ALFONSO X EL SABIO. Cantigas de Santa
María. (Cantiga 185. Varias ediciones)
-
AMEZCUA MARTÍNEZ, Manuel. “Leyendas del
Tesoro de Sierra Mágina” Revista de Folklore, núm. 57, 1985, p. 75-82.
-
CUEVAS MATA,
Juan; ARCO MOYA, Juan del; y ARCO MOYA, José del (editores). Relación de los hechos del muy magnífico e
más virtuoso señor, el señor don Miguel Lucas, muy digno condestable de Catilla.
Universidad de Jaén / Ayuntamiento. Jaén, 2001, p. 368.
-
ESLAVA GALÁN, Juan. “Algunas precisiones
sobre la localización del castillo de Chincoya”.
Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 123 (jul.-sept. 1985); p.
31-38.
-
HIGUERAS MALDONADO, Juan. Documentos latinos del siglo XIII al XVII en los
archivos de Baeza. Jaén, 1974.
-
LÓPEZ CORDERO, Juan Antonio
y GONZÁLEZ CANO, Jorge. “Los castillos de Sierra Mágina”.
En Itinerario didáctico multidisciplinar
en la comarca de Sierra Mágina. Centro de
Profesorado Luisa Revuelta. Córdoba, 2002, pp. 95-112.
-
LÓPEZ CORDERO, Juan Antonio;
GONZÁLEZ CANO, Jorge; y CABRERA ESPINOSA, Manuel. "Los castillos perdidos de Sierra Mágina (valle del Guadalbullón). Sumuntán,
revista de estudios sobre Sierra Mágina, núm. 23,
Colectivo de Investigación de Sierra Mágina CISMA, Carchelejo, 2006, p. 229-256.
-
MONTOYA MARTÍNEZ, Jesús y FLORES RUBIO,
Antonio R. “Beligerancia religiosa en las cantigas fronterizas. El caso de la
frontera Norte de Granada”. Iglesias y fronteras. V Jornadas de Historia de la
Abadía. Diputación Provincial. Jaén, 2005, p. 501-511.
-
MONTOYA MARTÍNEZ, Jesús. “El castillo de
Chincoya”. Boletín del Instituto de Estudios
Giennenses, nº 101 (en.-marzo 1980); p. 17-25.
-
NAVIDAD JIMÉNEZ, Nicolás. “El valle de Neblín”. Sumuntán,
revista de estudios sobre Sierra Mágina, núm 11, CISMA, Carchelejo, 1999,
p. 189-198.
-
QUESADA QUESADA,
Tomás. La Serranía de Mágina en la Baja Edad Media
(Una tierra de frontera con el reino nazarí de Granada). Granada, 1989.
-
QUESADA QUESADA, Tomás, “Poblamiento y fortificación del territorio
en los siglos XII-XIII. El caso de las sierras meridionales de Jaén”. En MALPICA, Antonio (editor), Castillos y teritorio
en Al-Andalus. Universidad, Granada, 1998, p.
144-146.
-
SEGURA
MORENO, Manuel. Estudio del códice gótico (siglo XIII) de la
Catedral de Jaén. Instituto de Estudios Giennenses. Jaén, 1956.
[1] QUESADA QUESADA, Tomás,
“Poblamiento y fortificación del territorio en los siglos XII-XIII. El caso de
las sierras meridionales de Jaén”. En
MALPICA, Antonio (editor), Castillos y teritorio en Al-Andalus.
Universidad, Granada, 1998, p. 144-146.
[2] Walter Mettman, en su
edición comentada de las Cantigas de
Santa María, lo ubica en el término de Villanueva del Arzobispo, donde
existe un lugar denominado Chincolla. También lo ubican aquí Juan Higueras Maldonado en su
estudio sobre los Documentos latinos del
siglo XIII al XVII en los archivos de Baeza, p. 15; Francisco Rodríguez
Molina en “El patrimonio eclesiástico del obispado Jaén-Baeza”, B.I.E.G., 82, p. 49; y Julio González en
Reinado y Diplomas de Fernando III,
p. 322.
[3] Martín Jimena Jurado en el Catálogo de los Obispos de las iglesias catedrales de Jaén..., p.
143, identifica el lugares de Chincoya junto a
Cazorla.
[4] En la reproducción de unos versos de las Cantigas de Santa María
de
[5] ESLAVA GALAN, Juan. "Algunas precisiones
sobre la localización del Castillo de Chincoya".
Boletín Instituto de Estudios Giennenses.
Jaén: Instituto de Estudios Giennenses; Julio-Septiembre 1985; 123, p. 31-38.
[6] MONTOYA MARTINEZ, Jesús. "El castillo de Chincoya". Boletín
Instituto de Estudios Giennenses. Jaén: Instituto Estudios Giennenses;
Enero-Marzo 1980; 101, p. 17-25.
[7]NAVIDAD JIMÉNEZ,
Nicolás. "El valle de Neblín". Sumuntán. Revista de Estudios sobre Sierra Mágina, núm. 11. Carchelejo:
CISMA, 1999, p. 194.
[8] “O alcaide por tod' esto
sol cabeça non tornou,
mas por chegar ao mouro logo o rio passou;”
[9] (Cantigas
de Santa María. Códice Rico de El Escorial. Ms. Escurialense T.I.1.
Introducción, versión castellana y comentarios de José Filgueira
Valverde. Madrid: Editorial Castalia, 1985, págs. 304-306.)
[10] HIGUERAS
MALDONADO, Juan. Documentos latinos del siglo XIII al XVII en los archivos
de Baeza. Jaén, 1974, p. 22-24; y SEGURA MORENO, Manuel. Estudio del
códice gótico (siglo XIII) de la Catedral de Jaén. Instituto de Estudios
Giennenses. Jaén, 1956, p. 199.
[11] CUEVAS
MATA, Juan; ARCO MOYA, Juan del; y ARCO MOYA, José del (editores). Relación de los hechos del muy magnífico e
más virtuoso señor, el señor don Miguel Lucas, muy digno condestable de
Castilla. Universidad de Jaén / Ayuntamiento. Jaén, 2001, p. 368.