El comercio y la industria a través del escribano

 Juan Antonio López Cordero

(en El notariado en Jaén. 75 años de archivos históricos provinciales. Exposición conmemorativa del 75 aniversario de la creación de los archivos históricos provinciales. Jaén, noviembre - diciembre 2006, Consejería de Cultura. Archivo Histórico Provincial de Jaén. Jaén, 2007, p. 91-92)

 

 

La función notarial, actividad ligada a las profesiones liberales, deja fiel reflejo de la vida de la población en sus más diversas facetas, también en la actividad económica de la minoría burguesa, como es la industria y el comercio. En los protocolos notariales se recogen de forma detallada numerosos contratos comerciales, con sus cláusulas generales y particulares, lo que los convierten en fuente histórico-documental de primer orden para conocer cualquier tipo de actividad, en qué lugar se realiza, cómo se hace, quien la realiza, las dificultades que entraña, etc.

 

Algunas de las actividades comerciales recogidas en ellos, que en el pasado tuvieron notable importancia, hoy han desaparecido. Tal es comercio de la nieve, utilizada en Medicina por sus cualidades antipiréticas, antiálgicas, antihemorrágicas y antinflamatorias; en gastronomía, para la elaboración de helados y sorbetes durante el verano; y como conservante de alimentos. Las altas cumbres de las sierras giennenses permitieron el desarrollo de este comercio en el Alto Guadalquivir y el establecimiento compañías neveras que buscaban regular el comercio de la nieve y la competencia con una disminución de las distancias y el consiguiente abaratamiento de costos.           Eran convenios entre particulares que se recogían en escrituras ante notario. El principal motivo del compromiso entre ambas compañías que controlaban los pozos de la Sierra Sur y Sierra Mágina era no perjudicarse mutuamente, así lo reconocía la escritura, para lo cual se comprometían a no vender nieve alguna fuera de la demarcación que les correspondía y con una serie de condiciones[1].

 

Los protocolos notariales desarrollan detalladamente estos contratos y otros muchos más referentes al arrendamiento de los pozos neveros:

1842, marzo, 16. Escritura de arrendamiento del Ayuntamiento de Jaén con Francisco García de la venta de la nive de los pozos y ventisqueros, ante el escribano Rafael Aguilera.[2]

1852, enero 12. Andujar. Antonio García, vecino de la ciudad de Jaén, y Juan del Castillo, que lo es de la villa de Cambil, se obligan mediante contrato al suministro de nieve para las neverías que Tomás Plata, Eufrasio de Lara, y Rosa García, tienen en la ciudad de Andujar.[3]

1864, mayo, 30. Escritura de compromiso entre el Ayuntamiento de Jaén y Juan Bautista Pérez Álvarez y Julián Durán Redondo, para el abasto de la nieve a la ciudad.[4]

1875, marzo, 17. Escritura de compromiso de Matías Pío Moreno y Real, vecino de Torres, con Antonio Martínez Reyes, de Jaén, para el suministro de nieve, ante Miguel Gutiérrez Carrillo de Albornoz, notario.[5]

1847. Escritura de obligación de Juan López y Pedro Amate para transportar la nieve a la ciudad desde La Pandera.[6]

Por otra parte, el desarrollo de la actividad minera en Sierra moreno, que tanta importancia  ha tenido en la economía y sociedad provincial entre los siglos XIX y XX, es recogido detalladamente en los protocolos notariales en relación a las escrituras de propiedad y a la formación de compañías mineras, incluso ya antes del despunte minero de mediados del siglo XIX:

-                          1811, octubre, 19. La Carolina. Manuel Muñoz, Rosaura Ramírez y Francisco Rubio formalizan mediante instrumento público la compañía que tienen para el laboreo de una mina de alcohol en el sitio de la Torrecilla.[7]

-                          1825, diciembre, 5. La Carolina. Luis Figueroa, Juan de Bedat, María del Cid y Pedro Pusivet establecen formar una sociedad para la explotación de varias minas de plomo, alcohol y cobre, en el término de estas poblaciones y de la villa del Hoyo en la Mancha.[8]

Otros ejemplos de actividad comercial y artesanal que recogen los protocolos está relacionada con la piedra labrada de las canteras, como el realizado en 1612, en el que los canteros Diego Hurtado y Pedro Caballero se comprometían a realizar para la iglesia de San Eufrasio[9]“[...] doce columnas de piedra del mercadillo de tres varas de largo la caña y más sus basas y capiteles, bien hechas y labradas conforme a la traza que ha dado Sebastián Solís, entallador, vecino de Jaén (...)” ; incluso nos dan noticias de productos de importanción como el azúcar, tabaco, pimienta, canela, aceitunas de mesa...[10], diferentes tiendas[11], etc.

También la actividad industrial puede estudiarse en los documentos del Archivo Histórico Provincial relacionada con escrituras de edificios industriales o contratos de compra-venta y arrendamiento, en los que a veces se hace mención a pleitos entre particulares en torno a los mismos, como el incoó sobre la propiedad de los terrenos circundantes al molino alto[12] de harina de Pegalajar en 1837, o el arrendamiento en 1724 del horno de pan del Caño en la colación de San Miguel, propiedad del Convento de los Ángeles. En los documentos se especifica las obligaciones del arrendatario, en este caso abastecer al convento con ocho libras diarias excepto los domingos y fiestas, con alusiones al almanaque y días festivos especiales[13]. Son también muy frecuentes las referencias a almazaras[14], a la industria del jabón[15], a la platería[16], a los tejedores de paños[17] y esta actividad industrial, a curtidos de pieles[18], sastres[19], etc.

Estos son ejemplos de una actividad industrial y comercial que puede ser seguida a través del estudio de la documentación notarial del Archivo Histórico Provincial de Jaén. A medida que los protocolos sean catalogados, facilitarán a los investigadores una fuente de información única, original, detallada e inmersa en un entorno histórico del que el historiador puede extraer una visión panorámica que nos comunica mucho más que el hecho concreto al que hace referencia el escribano.

 


 

[1] Así lo recogen las escrituras realizadas en 1851 (1851, septiembre, 3. Escritura de compromiso entre Esteban Giménez, Manuel Barrionuevo y consorte para la venta de nieves en los pueblos de la provincia. A.H.P.J. Leg.  6509) y 1869 (1869, marzo, 30. Escritura de compromiso para distribuirse el comercio de la nieve. A.H.P.J. Leg. 7531, fol. 631-634).

[2] A.H.P.J. Leg. 2393.

[3] A.H.P.J. Leg. 3571, Fol.. 15 r. / 16 v.

[4] A.H.P.J. Leg. 7409.

[5] A.H.P.J. Leg. 18441.

[6] A.H.P.J. Leg. 4280, fol. 64.

[7] A.H.P.J. Leg. 6231, fol. 210 r. /211 r.

[8] A.H.P.J. Leg. 6247, fols. 541 r. / 543 v.

[9] A.H.P.J. Leg. 900, fol. 517 v.

[10] A.H.P.J. Leg. 862, fol. 383. Leg. 1509, fol. 184. Leg. 806, fols. 8, 20 y 46).

[11] A.H.P.J. Leg. 466, fols. 219-220. Leg. 750, fol. 174. Leg. 1154, fol. 120 v.

[12] A.H.P.J. Leg. 34627.

[13] A.H.P.J. Leg. 1865, fol. 183.

[14] A.H.P.J. Leg. 1606, fol. 250. Leg. 1778, fols. 110 y 117. Leg. 1511, fol. 626).

[15] A.H.P.J. Leg. 1790, fol. 115.

[16] A.H.P.J. Leg. 1519, fol. 640. Leg. 1892, fol. 137.

[17] A.H.P.J. Leg. 1354, fol. 236). El legajo 871 recoge muchas escrituras en este sentido.

[18] A.H.P.J. Leg. 843, fol. 297.

[19] A.H.P.J. Legs. 1195, 1196 y 1197.

 

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