EVOLUCIÓN POBLACIONAL DE LA VILLA DE LOPERA. SIGLOS XVI-XX.[1]
Juan Antonio López Cordero
(Publicado en VII Jornadas sobre la historia de Lopera. Cámara
de Comercio e Industria de Jaén. Jaén, 1996, pp. 15-62).
1. INTRODUCCIÓN.
La villa de Lopera ha manifestado a largo de las edades Moderna y Contemporánea un comportamiento demográfico semejante al de otras poblaciones de la provincia, desde un crecimiento poblacional en el siglo XVI, pasando por la crisis del XVII, el renacer del XVIII y el lanzamiento del XIX y primeras décadas del XX, para pasar a un declive progresivo en las décadas siguientes a la última guerra civil. No obstante presenta algunos matices propios basándose en su posición geográfica y condicionamientos socioeconómicos.
Conocer esta evolución poblacional y analizar las causas es el objetivo de este trabajo, para ello nos basamos principalmente en los censos de población recogidos en diversas fuentes y otros trabajos de tipo demográfico relativos a algunos períodos históricos concretos, los cuales citamos a lo largo del texto.
Este trabajo, que abarca cuatro siglos, no pretende realizar un estudio profundo y detallado de todas las variables de análisis demográfico, pues desbordaría en tiempo y tamaño al objetivo que está destinado. Por el contrario, intenta realizar una síntesis general a través de diversos datos, buscando también un fin docente, comparando gráficos y estadísticas.
Por otro lado, no es posible realizar un estudio de índices de mortalidad, natalidad y nupcialidad en algunos períodos determinados, al haber sido destruidos o haberse perdido bastantes libros de registro del Archivo Parroquial de Lopera durante la última guerra civil. De tal forma que no nos ha sido posible consultar los libros referentes a períodos concretos de crisis demográfica, como los correspondientes a la crisis de subsistencias y cólera de la década de 1830, el cólera de 1854-55 o las crisis de 1868, años en que se produjo en otras poblaciones de la provincia una mortalidad muy elevada.
2. LA POBLACIÓN ANTES DEL SIGLO XVI.
Las noticias referentes a la existencia de población en Lopera se remontan al Paleolítico -se han encontrado vestigios en las terrazas del río Salado-. Siguiendo a Salvador Montilla Pérez y José Serrano, la primera colonización propiamente dicha en el actual término municipal de Lopera se puede situar entre finales del s. VIII a.n.e. y principios del s. VII a.n.e. Es una colonización que se introduce hacia el Alto Guadalquivir, incluyendo el término municipal de Lopera, lo que se concreta en la aparición de pequeños asentamientos de una media hectárea de extensión y sin fortificar, la cual se entiende como una prolongación del estado de Tartessos, que desaparecen con su final, en el siglo V a.n.e.
A finales del s. III a.n.e., en fase ibérica tardía, aparece un importante foco de poblamiento en el cerro de San Cristóbal. Y ya en época imperial romana, de nuevo conoce el término una importante distribución del poblamiento en villas rurales, que son un reflejo de la concesión del derecho latino a Hispania. La crisis del s. II d.n.e. se caracteriza por la desaparición de muchos de los asentamientos rurales, sobreviviendo solo los más grandes.
Sobre dichos asentamientos hay varios estudios realizados, como el de Michel Ponsich, que localizó 24 yacimientos romanos en el término municipal de Lopera, en un trabajo realizado a mediados de la década de 1970 y dirigido a estudiar la implantación rural romana en el valle del Bajo Guadalquivir. Años después, los trabajos realizados en 1987 por J.A. Moreno López, M. Sánchez de la Orden, J. Serrano Carrillo y A. García-Ferrer Porras y publicados en "Contribución a la carta arqueológica de la provincia de Jaén I", elevan el número de yacimientos localizados a un total de 66. Y finalmente, en 1989, Salvador Montilla Pérez y José Serrano Peña, dentro del proyecto de investigación "El Poblamiento Ibérico en la Campiña de Jaén", dirigido por Arturo Ruiz y Manuel Molinos, realizaron una campaña de prospección con el fin de documentar todos los yacimientos arqueológicos observables en superficie, ampliándose la lista a un total de 93[2].
La inseguridad reinante a finales del Imperio Romano y en época visigoda motivó que continuase el despoblamiento de los antiguos núcleos rurales dispersos de población. Hasta que en época árabe se recupera poblacionalmente con un núcleo urbano que debió existir en lo que es el término municipal de Lopera, el cual Vallvé Bermejo identifica a Bayyara, una ciudad musulmana situada en este término a orillas del Guadalquivir[3].
Tras la conquista cristiana de la zona, en 1311, se cita Lopera como un lugar importante del partido de Calatrava. En opinión de Medina Casado el núcleo urbano es de origen cristiano medieval, en torno al castillo. Surge, pues, un núcleo urbano en un lugar de carácter militar. Nace como una encomienda de la Orden de Calatrava[4], cuya población va a ir incrementándose. Su origen debió estar relacionado con la repoblación castellana del Reino de Jaén, que se produce en el siglo XIII, tras la conquista. La gran mayoría de la población jiennense estaba formada por hombres llegados de las comarcas de Soria, Galicia y Toledo[5].
3. LA POBLACIÓN EN LA EDAD MODERNA (SIGLOS XVI-XVIII).
El incremento de la población empieza a constatarse desde finales del siglo XV, coincidiendo con otras poblaciones de la provincia, como la misma capital. La construcción de un nuevo horno en Lopera por parte de los vecinos en 1490 viene a constatar este hecho[6].
Sin embargo, a comienzos del siglo XVI, se detecta una disminución de la población de Lopera, hecho que viene motivado por los fuertes impuestos que le exigieron en repartimiento (años 1507-1508), y que debió ser temporal, pues durante el siglo XVI Lopera experimenta un importante crecimiento, lo que debió influir en su independencia jurídica en 1553, y que culmina a final de siglo, como podemos observar en el cuadro siguiente:
Evolución de la población de Lopera, s. XVI-XVIII |
||||
Año |
Casas |
Vecinos |
Habitantes |
Densidad hab./km2 |
1535 |
|
296 |
1.184 |
17,96 |
1553 |
|
387 |
1.548 |
23,48 |
1590 |
|
562,5 |
2.250 |
34,13 |
1628 |
|
400 |
1.600 |
24,27 |
1646 |
|
412 |
1.648 |
25 |
1687 |
|
273 |
1.092 |
16,56 |
1694 |
|
275 |
1.100 |
16,68 |
1715 |
|
273 |
1.092 |
16,68 |
1751 |
316 |
307 |
1.201 |
18,21 |
1786 |
|
375 |
1.407 |
21,34 |
1791 |
290 |
444 |
1.601 |
24,28 |
Así vemos que el número de vecinos en 1535 era de 296 (1.184 habitantes); en 1553 de 387 vec. (1.548 hab.); y en 1590 de 62,5 vec. (2.250 hab.)[7]. Ello pese a las crisis de subsistencias (sequías del 1541, 1551, 1584) y epidemias de este siglo, como algunas de las pestes (1503-1507, 1522-1529, 1555-1557 y 1582).
El siglo XVII supone un gran bache en el crecimiento demográfico, donde entran en juego causas que van desde las sequías a las plagas, que conllevan malas cosechas y hambre, hasta las pestes recurrentes, incluyendo las levas de soldados para las guerras y la presión fiscal de una corona en crisis. Las sequías, sobre todo las de 1616‑17, 1638‑39, 1652‑54, 1664, 1668‑69, 1675, 1678, 1680, y 1682‑1683, unidas a las plagas de langosta (1605, 1628‑30, 1633 y 1670‑71) agudizan la situación del agro jiennense. Las epidemias de peste (1602, 1650‑51 y 1681), de "garrotillo" (difteria, 1662) y otras son de gran mortalidad y provocan numerosas procesiones y rogativas. En este panorama, la economía de Lopera se fundamenta básicamente en la agricultura, con un gran grado de autoconsumo, como el resto de la provincia.
El primer censo de este siglo para Lopera aparece en la obra de Ximénez Patón, "Historia de la Antigua y Continuada Nobleza de la ciudad de Jaén...", según la cual en 1628 Lopera tiene 400 vecinos (unos 1.600 habitantes), lo que demuestra la gran depresión demográfica que sufrió en las primeras décadas de siglo la población. Otro censo referente al año 1646, recogido por Valentina Fernández Vargas, establece una población parecida, con 412 vecinos (unos 1.648 habitantes)[8], que confirma la terrible recesión poblacional. La crisis demográfica se agudiza en los años siguientes, de tal forma que en 1687 la población es de sólo 273 vecinos (1.092 hab.), y en 1694 de 275 (1.110 hab.)[9].
De esta recesión no se verá libre hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando la población experimenta un paulatino crecimiento. Las pestes bubónicas de siglos anteriores se reproducen durante este siglo, aunque perdida la ferocidad de antaño, para desaparecer por completo en el siglo XIX[10].
Las crisis de subsistencias continuarán siendo un gran azote para la población de la provincia en general, sobre todo las de 1702‑03, 1706, 1718, 1723‑24, 1737‑39, 1765‑66, 1769, 1779‑81 y 1790‑91, lo mismo que las epidemias, como peste (1781) o "tabardillo" (tifus, 1780), y las plagas, como la langosta.
El censo de 1715 (1.092 hab.) confirma el estancamiento poblacional en Lopera durante las primeras décadas del siglo XVIII. El siguiente censo, el de 1751 (1.201 hab.) manifiesta cierta recuperación, que se hace patente en las décadas siguientes: 1786 (1.407 hab.) y 1791 (1.601 hab.). En este levantamiento de la demografía incide una mejor alimentación -se cultivan nuevas plantas traídas de América, como el maíz y la patata-, así como la relativa mejora de las vías de comunicación que favorece el comercio. También se logran algunos avances en Medicina, como la vacuna de Jenner contra la viruela a partir de 1800, epidemia que desde 1720 había sustituido a la peste como el más cruel de los males[11].
Es interesante aducir que el hecho endogámico, que en principio puede hacer pensar en una constante en la población, debido a la precariedad de las comunicaciones de estos años y la consiguiente escasez de contactos comerciales y personales entre las poblaciones, es seriamente matizado por un importante porcentaje de matrimonios que tenían un cónyuge foráneo, normalmente natural de los pueblos limítrofes, según los estudios demográficos que en el siglo XVII de Lopera está realizando Manuel Medina Casado. Este hecho no es exclusivo de Lopera, ya que está constatado en otras poblaciones de la provincia, como en Pegalajar.
A la par de la población también van aumentando los edificios. Así, en el censo de 1751 existen 316 casas, lo que contrasta con el censo de
viviendas de 1791, en el que se contabilizan 290 casas, según Martínez de Mazas, que toma los datos de la matrícula de los párrocos de ese año. El porqué de esta disminución de edificios en pleno crecimiento poblacional puede ser debido al olvido en este último censo de la contabilización
de las cuevas y barracas donde vivían las gentes humildes de la localidad, las que no podían ser consideradas como casas, pero sí como viviendas.
4. LA POBLACIÓN EN EL SIGLO XIX.
En el siglo XIX la población de Lopera sigue la tendencia de crecimiento poblacional que ya había manifestado en el siglo anterior, la cual se acelera en la segunda mitad del XIX, sin que supongan freno en esta progresión las crisis de algunos períodos:
Evolución de la población de Lopera, s. XIX |
||||
Año |
Casas |
Vecinos |
Habitantes |
Densidad hab./km2 |
1826 |
318 |
520 |
2.016 |
30,58 |
1840 |
527 |
564 |
2.179 |
33,05 |
1860 |
841 |
|
3.515 |
53,32 |
1877 |
|
|
4.176 |
63,34 |
1883 |
|
|
3.272 |
49,63 |
1887 |
|
|
4.360 |
66,14 |
1900 |
|
|
4.577 |
69,43 |
La demografía de Lopera supera sin dificultad la crisis de comienzos de siglo, así como la Guerra de Independencia. En los años siguientes las crisis serán principalmente crisis agrícolas, que afectaron gravemente a muchos pueblos de la provincia, entre ellos Lopera, pese a que no manifiesta numéricamente de forma tan tangible el bache demográfico producido entre 1830 y 1840, producto de las crisis de subsistencias y hambre; epidemias, como el cólera de 1834; y las consecuencias de la primera guerra carlista y la desamortización de Mendizábal. Años críticos fueron 1833, 1834, 1836 y 1838, con una alta mortalidad, donde la inanición jugó un papel principal[12]. En la pirámide de edad de 1860 se puede apreciar el brusco estrechamiento existente entre los que tienen 25 y 30 años de edad, o sea los nacidos entre 1835 y 1840, que recoge la vicisitudes demográficas de estos años en Lopera a través de la alta mortalidad infantil, la cual evidencia claramente esta crisis, puesto que los niños entre 0 y 5 años sufren más que ningún otro grupo de edad las deficiencias alimenticias y enfermedades, aumentando su mortalidad más que ningún otro grupo. Así nos encontramos que en el período 1870-1872, aún dentro del régimen demográfico antiguo, la perspectiva de supervivencia en Lopera al año de edad es del 720,27 por mil y a los seis años del 454,53 por mil, lo que nos indica que más de la mitad de los nacidos solían morir antes de los cinco años. En la adolescencia y edad adulta, la mortalidad no es tan acusada, para incrementarse de nuevo a partir de los cincuenta y seis años, que pasa al 216,73 por mil, siendo para los mayores de los setenta años solo del 76,85 por mil.
Otras crisis de subsistencias fueron las de 1849, a la que se unió una epidemia de sarampión, que produjo una gran mortalidad en los niños; la de 1853, motivada por la sequía de 1852, 1860, 1864‑1865, 1868 y 1882. Sin olvidar la terrible epidemia de cólera de 1854‑55[13], ya que el cólera de 1885 no llegó a afectar a Lopera. En general no supusieron un freno importante al fuerte crecimiento demográfico que se experimenta en este siglo, llegando a duplicarse la población entre 1840 y 1877. La crisis de subsistencias de 1882, de graves consecuencias en muchas localidades de la provincia, afectó duramente a la demografía de Lopera. De hecho, según un censo de 1883, la población asciende a 3.272[14], 904 menos respecto al censo de 1877.
En cuanto a las causas de defunción, en general, durante todo el siglo XIX podemos observar un predominio de la mortalidad exógena, resultante de la acción del medio y cuya manifestación aparece a todas las edades. Es el caso de las enfermedades infecciosas y accidentes. A medida que los procesos médicos se imponen, esta mortalidad será sustituida por una de tipo endógeno o biológico[15]. Teniendo en cuenta la precariedad del diagnóstico en esta época, las enfermedades que producen una mayor mortalidad en la población son las pulmonares durante el invierno y las intestinales en el verano. Como es lógico, durante las épocas de escasez de productos alimenticios los organismos de los afectados tendían a disminuir sus defensas y hacer más morbosa cualquier tipo de enfermedad, lo que se traduce en una mayor mortalidad.
Entre los adultos las causas de defunción más importantes durante este período son: tuberculosis, disentería, hidropesías, tifus, fiebres intermitentes, bronquitis, etc.
Por otro lado, en 1857 comienza a recogerse de forma más detallada la distribución de la población dispersa por el territorio. La economía básicamente agraria y tradicional de la población inducía a una distribución notable de la población por el término municipal, en los cortijos, a causa de las largas distancias que les separaban del núcleo urbano. En el Nomenclátor editado en 1858, la distribución era la siguiente:
Distribución de la población en el término de Lopera, 1857 |
|||
Nombre lugar |
Clase |
Nº cédulas |
Nº habitant. |
Casas y casillas |
Casas |
4 |
21 |
Cortijos, nueve |
Cortijos |
9 |
43 |
Huertas |
Huertas |
3 |
28 |
Lopera |
Villa |
877 |
3.387 |
Molinos, once |
Caserías |
11 |
90 |
Total |
|
904 |
3.569 |
Un importante núcleo de población dispersa se encontraba en los molinos harineros, que aprovechaban los cursos de agua como fuerza motriz, ubicándose obligatoriamente fuera del núcleo urbano. Las largas distancias en la campiña hacían también que muchos cortijos estuviesen habitados constantemente.
En 1860 nos encontramos descritos de forma más detallada los núcleos de población que ya recoge José Luis Pantoja Vallejo en su artículo "La población diseminada en el término de Lopera: los cortijos, siglos XVIII-XX"; en las VI Jornadas sobre Historia de Lopera, editadas en 1995 por la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Jaén. Esta población habitaba 841 edificios, en su mayoría de un piso (393), seguidos por los de dos pisos (379), sólo 5 alcanzaban los tres pisos de altura: mientras que 64 de ellos se incluían en lo que se calificaba como "albergues" (cuevas, chozas, barracas,...), estos últimos todos dentro del núcleo urbano. De hecho aún se conservan varias cuevas, habitadas hasta hace algunas décadas.
Estos edificios en 1860, estaban habitados en su inmensa mayoría y eran 811 (779 habitados constantemente y 32 temporalmente), siendo sólo 30 los inhabitados, estos últimos todos dentro del núcleo urbano[16].
En cuanto a las dispersión de la población por el término municipal, la proporción de entidades aisladas respecto al total de edificios en Lopera ascendía en 1860 al 7,01 %; proporción semejante a la del resto de la provincia, con el 7,23 %.; lo que es debido sin duda al economía eminentemente rural que caracterizaba tanto a Lopera como al resto de la provincia, como nos demuestra el siguiente cuadro:
Entidades aisladas en Lopera y la provincia de Jaén, 1860 |
||||
Población |
Casas |
Albergues |
Total ent. aisladas |
Total edificios |
Lopera |
59 |
0 |
59 |
841 |
Prov. Jaén |
4.237 |
972 |
5.209 |
71.967 |
Por otro lado, si comparamos los edificios de Lopera con el total de la provincia de Jaén nos encontramos con la siguiente distribución:
Edificios y albergues en Lopera y la provincia de Jaén, 1860 |
||||
Población |
Casas |
Albergues |
Total edi. |
Habitantes |
Lopera |
777 |
64 |
841 |
3.513 |
Prov. Jaén |
68.209 |
3.758 |
71.967 |
362.466 |
En Lopera el total de casas suponía en 1860 el 92,4 % del total de edificios, mientras que el de albergues (cuevas, barracas, ...) era el 7,6 %; proporción muy semejante a la del resto de la provincia, con el 94,8 % y 7,2 % respectivamente.
En cambio, la tasa de habitantes por vivienda era en Lopera del 4,17 %, proporción menor que en el total de la provincia, que asciende 5,03 habitantes por vivienda, lo que en principio indica un mayor nivel de vida, pero que queda matizada por ser las casas más pequeñas y, por tanto, un menor número de metros cuadrados por vivienda en Lopera respecto al resto de la provincia, conclusión a la que también podemos llegar en el comentario del siguiente cuadro:
Distribución de las casas por el número de pisos en Jaén y Lopera, 1860 |
||
Tipo de casas |
Lopera |
Jaén |
De un piso |
379 |
15.435 |
De dos pisos |
393 |
40.654 |
De tres pisos |
5 |
10.861 |
De más de 3 pisos |
0 |
1.259 |
Total casas |
777 |
68.209 |
En Lopera, en 1860, las viviendas de un piso era el 48,77 % del total, las de dos pisos el 50,57 %, y las de tres solo el 0,64 %, careciendo de viviendas de más de tres pisos; mientras en la provincia, los porcentajes eran del 22, 62 %, 59,60 %, 15,92 % y 1,84 %. Ello nos induce a pensar, por un lado, en un menor número de metros cuadrados de vivienda por familia con respecto al resto de la provincia, lo que en cierta forma queda compensado por un menor número de personas por casa, como más arriba vimos; y, por otro lado, en que Lopera es un típico núcleo rural en el que la vivienda se ajusta al tipo de economía de la población.
Los censos siguientes a 1860, los de 1877 (4.176 hab.) y 1887 (4.360 hab.), muestran una aceleración del crecimiento demográfico, que tiene como base la disminución de la natalidad, crecimiento paralelo al resto de la provincia.
Es una población joven, consecuencia de los avances en bacteriología, cirugía y medicina e higiene en general. Las mejoras en las vías de comunicación favorecen el comercio, y las crisis de subsistencias ya no suponen el grave problema de tiempos pasados.
5. LA POBLACIÓN EN EL SIGLO XX.
En el siglo XX podemos distinguir dos grandes fases en la demografía de Lopera, una de 1900 a 1930 y otra de 1940 a la actualidad. En la primera continúa el crecimiento poblacional de las últimas décadas del siglo XIX, y en la segunda se produce un proceso inverso que aún hoy continúa, como podemos observar a continuación:
Evolución de la población de Lopera, s. XX |
||||
Año |
Casas |
Vecinos |
Habitantes |
Densidad hab./km2 |
1900 |
|
|
4.577 |
1553 |
1910 |
|
|
5.039 |
1590 |
1920 |
|
|
6.452 |
1628 |
1930 |
1.181 |
|
6.933 |
1646 |
1940 |
1.210 |
|
6.293 |
1687 |
1950 |
|
|
5.713 |
1694 |
1960 |
|
|
5.816 |
1715 |
1970 |
1.199 |
|
4.561 |
1751 |
1981 |
|
|
3.697 |
1786 |
1991 |
1.414 |
|
3.836 |
1791 |
Hasta 1930 Lopera aumenta a un ritmo medio de 78 habitantes año, un 13,56 por mil anual; índice aproximado al crecimiento vegetativo medio de la población en este período, un 11,75 por mil -muy regular en esta etapa-, con un pequeño saldo migratorio positivo del 1,81 por mil. En estas tres primeras décadas del siglo XX podemos detectar un cambio de coyuntura demográfica en cuanto a los índices de natalidad y mortalidad. La alta natalidad, en torno al 40 por mil, que se hereda del siglo pasado, comienza a descender en este período a unos niveles alrededor del 30 por mil; lo mismo ocurre con la mortalidad, que pasa del 30 por mil al 15 por mil; se está pasando a un régimen demográfico moderno, en el que la mejor alimentación, las vacunaciones, la higiene, y los progresos en medicina en general, hacen que la esperanza de vida sea mayor.
A partir de 1940 el fuerte crecimiento poblacional de Lopera va a cambiar bruscamente, de tal forma que en el período de 1940 a 1980 el crecimiento es negativo, de menos 64,72 habitantes año, un decrecimiento del 11,76 por mil anual; estabilizándose prácticamente durante la década de 1980.
Esta continua recesión demográfica, que dura medio siglo tiene una causas muy definidas. El descenso en la década de 1930 hay que atribuirlo a la Guerra Civil. Entre 1936 y 1939, Lopera fue "frente de guerra", quedando gran parte de la población destruida. La emigración, consecuencia del conflicto bélico, fue casi total; y tras el conflicto hubo muchos vecinos que no volvieron por haber rehecho su vida en otros lugares.
La población vuelve a decrecer en la década de 1940, años de duras condiciones de vida y de miseria, agudizadas por bloqueo comercial internacional tras la Segunda Guerra Mundial. El desempleo y el hambre empujan a parte de la población, normalmente los más desfavorecidos, a buscar en la ciudad un remedio a su situación. No obstante, la terrible crisis de subsistencias de 1946 no dejó en Lopera una huella tan funesta como en otras muchas poblaciones.
A partir de 1950 comienza la emigración a los polos industrializados del Norte de España, a las capitales (Madrid y de provincia), y al extranjero, que se manifiesta en un estancamiento poblacional entre 1950 y 1960. Es una emigración continua que se acelera en las décadas de 1960 y 1970. La ausencia cada vez mayor de trabajo en una población de economía básicamente agrícola, la opción de trabajo que dan los nuevos polos de desarrollo nacionales y extranjeros, la búsqueda de un mayor nivel de vida, etc., llevan a la población joven en estos años a salir de Lopera -fenómeno similar a todo el mundo rural-, de tal forma que en Lopera entre 1930 y 1981 la población pierde la mitad de sus habitantes.
En la década de 1980 la población comienza a estabilizarse y a recuperarse lentamente. Mucho tiene que ver en ello el final de la emigración y el despuntar de una actividad industrial que tiene como palanca impulsora la industria del mueble y el sector servicios en torno a la autovía de Andalucía, aunque el principal sector económico sigue siendo la agricultura.
Esta emigración ha dejado las trágicas secuelas de una población en proceso de envejecimiento, con una base pequeña de niños y jóvenes que, a medida que llegan a la mayoría de edad, han de abandonar el pueblo en busca de nuevas expectativas de empleo; a lo que hay que unir el descenso en la natalidad que se está produciendo en la población en general.
La pirámide de edad de 1991 muestra claramente este proceso demográfico con una estrechamiento entre la población comprendida entre los 35 y 59 años, correspondiente a personas que entre los años 1960 y 1975 tenían entre 20 y 30 años, lo más afectados por la emigración, proceso que continúa en años posteriores más ralentizado.
Los menores de 25 años en 1991 también manifiestan un estrechamiento en la pirámide de edad. Los de mayor edad entre ellos son los hijos de la generación que sufrió la gran emigración antes comentada, que también se ve afectada en la primera edad por la regulación de la natalidad de la época.
En consecuencia, la población de Lopera presenta un alta proporción de población jubilada o en edad de estarlo, en la que predominan las mujeres, debido a su mayor esperanza de vida. Mientras que el resto de la población activa sufre las consecuencias de una fuerte emigración que la mermó en gran medida.
Comparando las pirámides de edad de Lopera y Jaén provincia en 1991 observamos un fenómeno parecido, pero acentuado en Lopera, sobre todo en lo concerniente a la disminución de la población activa, indicándonos la profundidad del declive poblacional a que se vio sometido Lopera, mayor en el global provincial, como ocurrió con tantas otras poblaciones provinciales con una base económica eminentemente rural.
En cuanto al tipo de casas, Lopera aún mantiene a mediados del siglo XX, como en el siglo pasado, una notable diferencia respeto al tipo de construcción medio de la provincia. No obstante, las casas han ganado en altitud y en número. En el censo de 1940 la distribución de estas casas por el número de pisos era la siguiente:
Distribución de las casas por el número de pisos en Jaén y Lopera, 1940 |
||
Tipo de casas |
Lopera |
Jaén |
De un piso |
376 |
34.319 |
De dos pisos |
815 |
81.258 |
De tres pisos |
19 |
27.114 |
De más de 3 pisos |
0 |
1.929 |
Total |
1.210 |
144.620 |
Con respecto al censo de 1860, la vivienda en Lopera ha experimentado una importante transformación, las casas son más altas, lo que también indica una mayor proporción de metros cuadrados por habitante. Así, en 1940, el porcentaje de viviendas de un piso es del 31,07 %, de dos pisos el 67,35 % y de tres pisos el 1,57 %; frente al 48,77 %, 50,57 % y 0,64 %, en 1860 respectivamente, careciendo tanto antes como ahora de viviendas de más de tres pisos.
No obstante, en cuanto a superficie por habitante, Lopera aún está por detrás respecto al resto de la provincia si tenemos en cuenta las proporciones que esta última presenta: un 23,73 % de viviendas de un piso, 56,22 % de dos pisos, 18,74 % de tres pisos, y 1,33 %de más de tres pisos. Diferencia que viene dada sobre todo por el carácter eminentemente rural que caracteriza la población de Lopera.
Este carácter eminentemente rural influye también en la importante diseminación poblacional que existe en el término y que va a decrecer paulatinamente a partir de los años sesenta.
En el censo de 1940[17] nos encontramos la siguiente distribución:
Distribución territorial de la población de Lopera, 1940 |
||
Población-núcleo |
Clase |
Población |
Alvariza |
Caserío |
183 |
Lopera (capital) |
Villa |
5.644 |
Molino Nuevo |
Caserío |
199 |
Valcargado |
Ídem |
267 |
Total |
|
6.293 |
Los núcleos de población diseminada por el término no aparecen tan detallados en el censo de 1940 como en el Nomenclátor de 1860; sin embargo, por la cantidad de población que los habitan pensamos que es bastante superior a la de aquel año. De tal forma que de los aproximadamente 300 habitantes de población diseminada en 1860, se pasa a los 649 de 1940, sin que apenas crezca el número de edificios, lo que induce a pensar en la utilización de barracas u otras viviendas precarias por gran parte de la población diseminada por el término, pues el número de entidades aisladas permanece constante entre 1860 y 1940, ascendiendo a 59 y 64 respectivamente, aumentando solo el total de edificios del núcleo urbano paralelamente al crecimiento poblacional, como en el resto de la provincia. También es semejante el porcentaje de habitantes por vivienda en Lopera, 5,59 %, al de la provincia, 5,62 %, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Edificaciones en Lopera y la provincia de Jaén, 1940 |
||||
Población |
Vivienda |
Otros usos |
Total edificios |
Población |
Lopera |
1.124 |
86 |
1.210 |
6.293 |
Prov. Jaén |
133.960 |
10.660 |
144.620 |
753.308 |
La disminución de la población que se produce a partir de los años sesenta va a afectar de forma especial a la diseminada por el término. El censo de 1970[18] presenta la siguiente distribución:
Distribución territorial de la población de Lopera, 1970 |
|||
Población-núcleo |
Clase |
Edificios |
Habitant. |
Lopera |
Villa |
1.199 |
4.522 |
Valcargado |
Caserío |
- |
39 |
Total |
|
1.199 |
4.561 |
En treinta años, de 1940 a 1970, la población diseminada pasa de 649 individuos a 39, y continúa en años sucesivos hasta llegar a 15 en 1991, lo que coincide también como una disminución en el número de habitantes; indudablemente en ello influye la profunda transformación económico y social que se produce en el agro español. La mecanización de la agricultura, la falta de expectativas de trabajo en una población con una economía eminentemente agrícola y la atracción que ejercen las ciudades y demás causas que comentamos más arriba hace que una parte importante de la población busque trabajo y un mejor nivel de vida fuera de Lopera. Por otro lado, la mejora de los transportes y comunicaciones y su difusión generalizada también influye en el decrecimiento de la población dispersa por el término municipal.
Estos censos coinciden en cuanto a la tendencia de disminución poblacional en Lopera, pero no en cuanto a cifras, con los estudiados por José Luis Pantoja en su trabajo sobre los cortijos del término municipal, basado en censos del archivo local, aunque las diferencias quizás sean debidas al carácter temporal que debe caracterizar muchas de la estancias poblacionales en núcleos aislados. Los censos que utiliza José Luis Pantoja son mucho más descriptivos y, sin duda, más precisos en relación a esta población diseminada, cuya evolución sería la siguiente:
Población diseminada en Lopera, 1930-1991[19] |
||
Año |
Nº habitantes |
Nº cortijos |
1930 |
373 |
45 |
1935 |
325 |
38 |
1940 |
263 |
36 |
1945 |
248 |
44 |
1950 |
252 |
46 |
1955 |
263 |
47 |
1960 |
271 |
48 |
1965 |
164 |
35 |
1970 |
241 |
30 |
1975 |
59 |
13 |
1982 |
57 |
12 |
1986 |
52 |
11 |
1991 |
36 |
11 |
A partir de 1970, en proporción inversa a la población, el número de viviendas continúa creciendo en la localidad. Sin duda, debido al uso de muchas de ellas como segunda vivienda por parte de la población que se ha visto obligada a emigrar. El censo de 1991 recoge la siguiente distribución:
Edificaciones en Lopera y la provincia de Jaén, 1991 |
||||
Población |
Vivienda núcleo |
Vivienda diseminado |
Total edificios |
Población |
Lopera |
1.409 |
5 |
1.414 |
3.836 |
Prov. Jaén |
248.304 |
13.305 |
261.609 |
630.492 |
El porcentaje de individuos por vivienda en 1991 es de 2,71 % en Lopera y 2,41 % en la provincia, ambos parecidos y muy inferiores a anteriores censos, indicando pues una mayor calidad de vida de la población, que no ofrece gran diferencia entre Lopera y la provincia en general. Disminuye también el número de personas diseminadas por el término, si en el censo de 1970 eran 39, en 1991 son solo 14, así como el número de viviendas diseminadas habitadas constantemente[20].
Finalmente, la población de Lopera parece haber tocado fondo. En esta última década, la localidad presenta una tendencia en la evolución poblacional distinta a la provincia, debido a unas características propias motivadas por su geografía, como son la situación en el valle del Guadalquivir y la proximidad a la autovía de Andalucía, que le permiten una lenta revitalización demográfica. La actividad industrial y de servicios está siendo el motor de la recuperación demográfica, pese a que la agricultura continúa teniendo un peso importante en la economía de la población.
6. APÉNDICE.
Evolución de la población de Lopera, s. XVI-XX |
||||
Año |
Casas |
Vecinos |
Habitantes |
Densidad |
1535 |
|
296 |
1.184 |
17,96 |
1553 |
|
387 |
1.548 |
23,48 |
1590 |
|
562,5 |
2.250 |
34,13 |
1628 |
|
400 |
1.600 |
24,27 |
1646 |
|
412 |
1.648 |
25 |
1687 |
|
273 |
1.092 |
16,56 |
1694 |
|
275 |
1.100 |
16,68 |
1715 |
|
273 |
1.092 |
16,68 |
1751 |
316 |
307 |
1.201 |
18,21 |
1786 |
|
375 |
1.407 |
21,34 |
1791 |
290 |
444 |
1.601 |
24,28 |
1826 |
318 |
520 |
2.016 |
30,58 |
1840 |
527 |
564 |
2.179 |
33,05 |
1860 |
841 |
|
3.515 |
53,32 |
1877 |
|
|
4.176 |
63,34 |
1883 |
|
|
3.272 |
49,63 |
1887 |
|
|
4.360 |
66,14 |
1900 |
|
|
4.577 |
69,43 |
1910 |
|
|
5.039 |
76,44 |
1920 |
|
|
6.452 |
97,87 |
1930 |
1.181 |
|
6.933 |
105,17 |
1940 |
1.210 |
|
6.293 |
95,46 |
1950 |
|
|
5.713 |
86,66 |
1960 |
|
|
5.816 |
88,22 |
1970 |
1.199 |
|
4.561 |
69,18 |
1981 |
|
|
3.697 |
56,08 |
1991 |
1.414 |
|
3.836 |
58,19 |
Fuentes:
- Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico. Censo de población de España, 31 de diciembre de 1877. Madrid, 1883.
- Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico. Censo de población de España, 31 de diciembre de 1887.
- Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico. Censo de población 1900.
- Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico. Nomenclátor de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España, 31 de diciembre de 1930. Madrid, 1933.
- Fernández Vargas, Valentina: "La población española en el siglo XVII". En Historia de España fundada por Menéndez Pidal. Tomo XXIII. Espasa Calpe. Madrid, 1989, pp. 1-156.
- Gay Armenteros, Juan C.: Jaén entre dos siglos: las bases materiales y sociales. Córdoba, 1978.
- Herr, Richard: La Hacienda Real y los cambios rurales en la España de finales del Antiguo Régimen. Instituto de Estudios Fiscales. Madrid, 1991 (Capitulo XII, dedicado a Lopera).
- Herrador Haro, José: "Lopera, movimientos de población urbana (1800-1933)". En IV Jornadas sobre Historia de Lopera. Cámara de Comercio e Industria de Jaén. Jaén, 1993, pp. 90-108.
- Instituto Nacional de Estadística: Censo de la Corona de Castilla, 1991.
- Instituto Nacional de Estadística: Censo de población de España de 1981. Nomenclátor de la provincia de Jaén. Madrid, 1981.
- Instituto Nacional de Estadística: Nomenclátor de la provincia de Jaén. Censo de población de 1960. Madrid, 1963.
- Instituto Nacional de Estadística: Nomenclador de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población con especificación de sus núcleos. Censo de población y viviendas, 1991.
- Instituto Nacional de Estadística: Poblaciones de hecho de los municipios españoles según los censos oficiales de 1900 y 1981.
- Junta General de Estadística. Censo de la población en 25 de diciembre de 1860, según el recuento verificado por... Madrid, 1863, pp. 318-319.
- López Cordero, Juan Antonio: El Jaén Isabelino: sociedad y economía (1843-1868). Universidad de Granada - Ayuntamiento de Jaén. Granada, 1992.
- Madoz, Pascual: Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones en ultramar. Madrid, 1845.
- Martínez de Mazas, José: Retrato al natural de la ciudad y término de Jaén: su estado antiguo y moderno. Con demostración de quanto necesita mejorarse. Su población, su agricultura y comercio. Jaén, 1794. Edición facsímil. El Albir. Barcelona, 1978, pp. 519 y ss.
- Medina Casado, Manuel: "Lopera se segrega de Porcuna: una nueva villa en el reino de Jaén (1550-1554)". En IV Jornadas sobre Historia de Lopera. Cámara de Comercio e Industria de Jaén. Jaén, 1993, pp. 54-66.
- Medina Casado, Manuel: "Demografía en Lopera desde la antigüedad hasta 1675". En Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 153 (1994), pp. 633-643.
- Medina Casado, Manuel: "La Independencia Jurídica de Lopera". En Actas del II Congreso de Cronistas de la Provincia de Jaén. Diputación Provincial de Jaén. Jaén, 1994.
- Miñano, Sebastián de: Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal. 10 vols. Madrid, 1826-1829 (Lopera).
- Pantoja Vallejo, José Luis: Guía Histórico-Artística de la villa de Lopera. Córdoba, 1992.
- Presidencia del Gobierno. Instituto Nacional de Estadística. Censo de población de España de 1970. Nomenclátor de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población. Provincia de Jaén. Tomo, IV-23.
- Ramírez Martínez, Esteban: Andalucía Oriental. Informe: Evolución de la población y saldos migratorios. Instituto de sociología. Jaén, 1972.
- Rodríguez Molina, José: "Jaén. Época de esplendor". En Historia de Jaén. Jaén, 1982, p. 271.
- Ximénez Patón: Historia de la Antigua y Continuada Nobleza de la ciudad de Jaén, 1628. Edición Facsímil. Riquelme y Vargas. Jaén, 1983, f. 242 v.
Probabilidad perspectiva de supervivencia por mil en Lopera, 1870-72 y 1986-88 |
||
Edad |
1870-72[21] |
1986-88[22] |
+ 90 |
6,90 |
93,46 |
86-90 |
13,90 |
215,77 |
81-85 |
38,38 |
388,44 |
76-80 |
76,85 |
525,14 |
71-75 |
111,82 |
697,81 |
66-70 |
160,78 |
820,12 |
61-65 |
185,26 |
906,46 |
56-60 |
216,73 |
956,82 |
51-55 |
248,20 |
964,02 |
46-50 |
286,67 |
964,02 |
41-45 |
307,65 |
978,41 |
36-40 |
328,63 |
992,80 |
31-35 |
342,62 |
992,80 |
26-30 |
370,60 |
992,80 |
21-25 |
402,07 |
1000 |
16-20 |
419,56 |
1000 |
11-15 |
430,05 |
1000 |
6-10 |
454,53 |
1000 |
1-5 |
720,27 |
1000 |
- 1 |
1000 |
1000 |
Distribución de la población por grupos de edad, 1860 y 1991[23] |
|||||
|
Año 1991 |
|
Año 1860 |
||
Edad |
Varones |
Hembras |
|
Varones |
Hembras |
85 y + |
19 |
52 |
|
3 3 |
2,5 2,5 |
80-84 |
37 |
50 |
|
|
|
75-79 |
58 |
87 |
|
8 8 |
12,5 12,5 |
70-74 |
79 |
112 |
|
|
|
65-69 |
96 |
107 |
|
33 33 |
32,5 32,5 |
60-65 |
135 |
132 |
|
|
|
55-59 |
109 |
110 |
|
55,5 55,5 |
55,5 55,5 |
50-54 |
65 |
94 |
|
|
|
45-49 |
87 |
82 |
|
98,5 98,5 |
96 96 |
40-44 |
102 |
88 |
|
|
|
35-39 |
133 |
93 |
|
146 146 |
137 137 |
30-34 |
143 |
120 |
|
|
|
25-29 |
175 |
155 |
|
175 |
156 |
20-24 |
157 |
131 |
|
112 |
123 |
15-19 |
144 |
160 |
|
152 |
199 |
10-14 |
148 |
154 |
|
187 |
170 |
5-9 |
139 |
138 |
|
195 |
209 |
0-4 |
130 |
137 |
|
256 |
129 |
Total |
1.946 |
2.002 |
|
1.492 |
1.569 |
[1]Nuestro agradecimiento a Manuel Medina Casado, Cronista Oficial de Lopera, que nos ha proporcionado importante información para la elaboración de este trabajo.
[2]Montilla Pérez, Salvador; y Serrano Peña, José: "El poblamiento ibérico-romano en las campiñas bajas de Lopera (Jaén)". En IV Jornadas sobre Historia de Lopera. Cámara de Comercio e Industria de Jaén. Jaén, 1993, pp.10-30.
[3]Medina Casado, Manuel: "Demografía en Lopera desde la antigüedad hasta 1675". En Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, nº 153 (1994), pp. 636. Envía a Vallve Bermejo, J.: La Cora de Jaén.
[4]Medina Casado, Manuel: "Demografía... p. 636.
[5]Rodríguez Molina, José: "Jaén en el siglo XV, época de esplendor". En Historia de Jaén. Jaén, 1982, p. 247.
[6]Solano Ruiz, Enma: La Orden de Calatrava en el siglo XV. Los señoríos
castellanos de la Orden al fin de la Edad Media. Universidad de Sevilla. Sevilla, 1978, p. 151. Envía al Archivo Histórico Nacional. Orden Militar de Calatrava. L. 6.109, nº 18, fol. 17 v.
[7]Medina Casado, Manuel: "Demografía..., pp. 637-641.
[8]Nadas, J.: La población española en los siglos XVI y XIX. Barcelona, 1076, p. 81.
[9]Medina Casado, Manuel: "Demografía... pp. 641-642.
[10]Romero de Solís, P.: La población española en los siglos XVIII y XIX. Barcelona, 1976, p. 105.
[11]Nadal, J.: La población española (siglos XVI-XX). Barcelona, 1976, pp. 94-96, 105 y 110.
[12]López Cordero, J. A.; Liétor Morales, J.; y Rojas López, J. Pegalajar: nueva
aproximación histórica. Ayuntamiento de Pegalajar. Jaén, 1994, pp. 63‑64.
[13]López Cordero, J. A.; Liétor Morales, J.; y Rojas López, J. Pegalajar: nueva ..., pp.
63‑64.
López Cordero, J.A. Sociedad y Economía del Jaén Isabelino. Universidad de Granada‑Ayuntamiento de Jaén. Granada, 1992, pp. 50‑65.
[14]Pantoja Vallejo, José Luis: Guía Histórico-Artística de la villa de Lopera. Córdoba, 1992, p. 28.
[15]Legina, J.: Fundamentos de demografía. Madrid, 1976, p. 127.
[16]Nomenclator de 1860, editado en 1864, provincia de Jaén.
[17]En el Nomenclador de 1930 aparece como núcleo disperso del término de Lopera el lugar de Siles, con doce edificios y 9 habitantes de hecho y 12 de derecho; junto con otros que no se citan con un total de 99 edificios, 339 habitantes de hecho y 404 de derecho. (Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico. Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población de España, 31 de diciembre de 1930. Madrid, 1933).
[18]Presidencia del Gobierno. Instituto Nacional de Estadística. Censo de población de España de 1970. Nomenclator de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población. Provincia de Jaén. Tomo, IV-23.
[19]Pantoja Vallejo, José Luis: "La población diseminada en el término de Lopera: los cortijos, siglos XVIII-XX". En VI Jornadas sobre Historia de Lopera. Cámara de Comercio e Industria de Jaén. Jaén, 1995.
[20]Instituto Nacional de Estadística: Nomenclador de las ciudades, villas, lugares, aldeas y demás entidades de población con especificación de sus núcleos. Censo de población y viviendas, 1991.
[21]El total de defunciones del período 1870-1872 fue de 297, de las que en 11 no consta la edad.
[22]El total de defunciones del período 1986-1988 fue de 142, de las que en 3 no aparece la edad.
[23]Boletín Oficial de la Provincia de Jaén, 6-noviembre-1863; y Censo de Población de 1991, Instituto Nacional de Estadística.