LOS BALDÍOS DEL HAZA COLORADA, MORRÓN Y HOYO DE LA SIERRA ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX.

Juan A. López Cordero.

 

(Publicado en Diario Jaén, 2-agosto-1997, p. 26.)

            La propiedad comunal, representada por los montes de propiedad municipal, sufrió durante el siglo XIX un grave expolio provocado por el proceso desamortizador, pese a la importancia ecológica y económica para el común de los vecinos. Los baldíos del Haza Colorada (en la Serrezuela, 389 has.), Morrón y Hoyo de la Sierra (433 has.) constituían los restos de unos montes más extensos que durante siglos fueron considerados de aprovechamiento común, terrenos más aptos para la ganadería que para la agricultura en los que pastaban los ganados de los vecinos. A pesar de ello, en las décadas finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, fueron enajenados de los bienes de propios del municipio, como ya había ocurrido con parte del monte de Bercho y la sierra de los Bodegones, en la que las roturaciones coinciden con el surgimiento de la aldea de La Cerradura, hasta entonces compuesta sólo por unas pocas casas aisladas. Las nuevas construcciones, que en muchos casos aún hoy perduran, utilizan todas troncos de madera de pino, que indudablemente debían proceder de la vegetación arbórea que cubriría gran parte de la sierra de los Bodegones, destruida por las roturaciones.

            El Haza Colorada, Morrón y Hoyo de la Sierra, que carecían por esta época de toda clase de arbolado, fueron vendidos a principios del XX aduciendo el Ayuntamiento que la producción de pastos era escasa y por tanto sus rentas.

            En la memoria descriptiva de los Baldíos del Haza Colorada, en 1890, se dice que no figura dentro de los exceptuados de la desamortización ni tampoco en la relación provisional de los planes provisionales de aprovechamientos. El monte estaba situado al Este del pueblo, confinando con él, y formaba parte del común desde tiempos inmemoriales. Al Norte lindaba con el término de Mancha Real, al Oeste con terrenos particulares y término de La Guardia, y al Este y Sur también con terrenos particulares.

            La memoria estima su extensión en 433,22 has., de las que 14,25 has. estaban roturadas y destinadas a siembra. Su orografía se consideraba muy pronunciada, aunque no era extremadamente accidentado ni de gran altura. En este monte no existía fuente alguna de agua permanente, y estaba totalmente desprovisto de árboles y arbustos, "únicamente algunos tomillos y aliagas y plantas herbáceas en aquellos sitios en que hay tierra vegetal" (A.H.P.J. Documentación forestal. Catalogo de montes, 12 (asignatura provisional). Memoria descriptiva del monte público denominado Baldíos de Haza Colorada y sito en el término municipal de Pegalajar. Jaén, 6-marzo-1890).

            En cuanto a la memoria descriptiva del monte Morrón y Hoyo de la Sierra de 1890, se recoge que no figura en el catálogo de montes exceptuados de la desamortización, ni tampoco en la relación adicional de los planes provisionales de aprovechamientos que comprendían los montes no incluidos en el catálogo. Se encuentra a unos 3 km. al Este de Pegalajar y, desde tiempo inmemorial, había pertenecido al común de vecinos.

            Sus límites eran al Norte con terrenos particulares y término de Mancha Real. Al Este con terrenos particulares y el monte de Bercho. Al Sur y Oeste también con terrenos particulares. Según la memoria, la extensión era de 389,32 has., de las que 39,97 has. estaban roturadas, casi todas destinadas a siembra, excepto 8 has. de olivar. En él no existían árboles ni arbustos, sólo "algunos tomillos, aliagas y plantas herbáceas". No existía ninguna fuente de agua permanente, ni arroyos (A.H.P.J. Documentación forestal. Catalogo de montes, 12 (asignatura provisional). Memoria descriptiva del monte Morrón y Hoya de la Sierra, sito en el término municipal de Pegalajar. Jaén, 6-marzo-1890).

            Estos montes eran utilizados desde "tiempos inmemoriales" por los vecinos como terrenos de aprovechamiento común, "para el desahogo del ganado de labor y uso propio de los vecinos y el sostenimiento de algún atajo de cabras". Quizás por esta razón, años después, en 1925, el Ayuntamiento volvió a comprar estos terrenos.

            Al final de este proceso desamortizador, en el término de Pegalajar quedaron como propiedad de propios las siguientes fincas rústicas:

            ‑ Monte denominado Morrón y Hoyo de la Sierra (389 has.), destinado al aprovechamiento comunal y despoblado de vegetación arbórea.

            ‑ Monte llamado Baldíos del Haza Colorada o Serrezuela (433 has.), destinado a aprovechamiento comunal y también despoblado de vegetación arbórea.

            ‑ Dehesa de pastos denominada Bercho, con 45 parcelas, de extensión 1.652 has., destinada al aprovechamiento de pastos. Eran los restos de una dehesa mucho más amplia que fue roturada y desamortizada en las décadas pasadas. Gran parte de ésta aún conservaba zonas de bosque.

            ‑ Monte denominado Moroche (46 has.), de aprovechamiento comunal y con escasa vegetación arbórea.

            Las fincas de propios rústicas hacían un total de 2.520 has., el 31,61 % del total del término, muy lejos de aquél 53,5 % de mediados del siglo XVIII.

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