LOS BIENES DE BENEFICENCIA MUNICIPAL EN ALBANCHEZ A MEDIADOS DEL SIGLO XIX
Juan A. López Cordero
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En 1847 Albanchez era una población de unos 1200 habitantes, dedicados casi íntegramente a la agricultura. Los nuevos aires liberales, que se habían consolidado con el reinado isabelino, no suponían cambios notables en un mundo rural como el de Albanchez, perdido en lo más profundo de Sierra Mágina y en una época donde los caminos estaban en pésimo estado. Sólo los senderos comunicaban las poblaciones de la Sierra, por donde circulaban algunos arrieros, siempre expuestos al asalto de los endémicos bandoleros.
El liberalismo se hacía notar en Albanchez en la denominación del Ayuntamiento, que se adjetivaba como constitucional junto con su alcalde, que en 1847 era Sebastián de León, el cual no tenía muchos problemas de tipo municipal, en cuanto se asumían pacientemente las carencias de la población, que en el aspecto urbanístico describe así el Diccionario de Madoz: "sus casas, que forman calles mal alineadas, son malísimas, muy reducidas, casi todas en estado ruinoso...", como también la casa consistorial, de "mal aspecto y ruinosa". También se manifiesta la presencia de la ideología liberal en cierta permisividad en las roturaciones de los baldíos concejiles —general a otros lugares de Sierra Mágina, como el monte de Bercho de Pegalajar—. Tal es el caso de la dehesa del Ayozar, que por estos años es roturada por los braceros.
De acuerdo con la ideología liberal la propiedad comunal de la tierra era algo retrógrado para los nuevos tiempos que corrían, en los que la iniciativa privada se consideraba, por lo general, el motor del progreso, independientemente del coste ecológico y dudosa rentabilidad futura que pudiese producir, tal es el caso de la deforestación y roturación de los montes. Además, al mismo tiempo, con la desamortización el liberalismo en poder buscaba saldar en gran parte la ingente deuda del Estado.
En este panorama, también el aspecto social fue crucial en la transformación del paisaje. La población estaba experimentando un notable aumento, mientras que la base económica, la agricultura tradicional, apenas evolucionaba. Se hacía necesario, pues, nuevas tierras de cultivo, y ello se tradujo en estas nuevas roturaciones.
Por esta época, con una amplia clase social baja sometida a periódicos ciclos de crisis de subsistencias y una constante presencia de la mendicidad, las instituciones de beneficencia intentaban subsanar en la medida de sus posibilidades esta situación, para lo que no bastaban los 1.100 rs. de ingresos de la Beneficencia local, que administraba el Ayuntamiento (P. Madoz. Diccionario...).
Por otra parte, también había gran cantidad de deudores de Beneficencia, deudas que en su mayor parte se consideraban como cobrables, por lo que el total de ingresos de la beneficencia local ascendía a 2.760 reales en 1847 (A.D.P.J. L. 2388/84). La relación de estos ingresos fue hecha en atención a la orden del Jefe Político de 20-octubre-1846 sobre depuración de deudas del caudal de Beneficencia de esta villa. Los ingresos proveían en su mayor parte de fincas y censos que se habían acumulado por donaciones en el pasado. Éstos eran los siguientes:
- Trigo: 79 fanegas, 8 celemines y 1 cuartillo.
- Maravedís: El crédito resultante de la liquidaciones de 71.684 rs. y 6.186 rs. por lo perteneciente a las fincas enajenadas a la Obra Pía de los Señores Ortegas.
- Censos:
* Contra los vecinos de Jódar: Pedro y Antonio Calatrava (4 rs. 14 mrv.), don Felipe de Mesa por una casa en Jódar (33 rs. 15 mrv.), José Lorente (55 r. 15 mrv.), Balvina de Mesa (29 rs.), Juan Sánchez y María Moreno (4 rs. 4 mrv.), Diego Germán (14 rs. y 12 mrv.) y Francisco Herrera Rumboso (16 rs. 17 mrv.).
* Censo en Albanchez: Hijos de Juan de Catena por Llanopaleto (92 rs. 12 mrv.), Victoriano Catena (20 rs. 10 mrv.), Hijos de Diego de Torres (33 rs.), Juan Catena Alejo (19 rs. 26 mrv.), José Muñoz (43 rs.) y León Catena y hermanos (7 rs. 17 mrv.).
* Censos pertenecientes a la Obra pía del Padre Pedro Navarro: Don Pedro Teruel, vecino de Baeza (171 rs. 17 mrv.), Gabriel Catena y Fernando Vidal, de Albanchez (9 rs. 7 mrv.), hijos de Juan de Catena, de Albanchez (99 rs.), hijos de Tomasa Marín, de Albanchez (8 rs., 28 mrv.) y don Mariano Catena, vecino de Bedmar (4 rs. 16 mrv.)
- Fincas de arrendamiento y que pertenecen a la Obra Pía de los Señores Ortegas:
* Veguillas (80 rs.), Prado de don Luis (75 rs.), Prado de Casas (145 rs.), Cañada Lengua Baja (80 rs.), Cañada del Charcón (50 rs.) Cañada Lengua Alta (110 rs.), Haza del Blanco (80 rs.), Prados de Calderón (230 rs.), Majadillas (70 rs.), Cortijuelos Altos (40 rs.), Haza de la Loma (70 rs.), Huerta Chorro Garzón (195 rs.), Olivas de Cañadillas y Rompidizo (140 rs.), Huerta en San Román (140 rs.) Olivas de Chircal (70 rs.), Haza de Cortijuelo Bajo (50 rs.), Llanos de Benajor (200 rs.), Huerto de la Fuente de la Seda (20 rs.), Huerta destrozada en los Cares (40 rs.) y casa detrás de la Iglesia en Jódar (165 rs.)
- Fincas del Padre Navarro: Huerto en el Royo Almagro (44 rs.)
Resumen |
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* Existencia en trigo |
79 f. 8 cel. |
* Réditos de censos de los SS. Ortegas |
373 rs. 13 mrv. |
* Idem. del Padre Navarro |
293 rs. |
* Fincas en arrendamiento de los SS Ortegas |
2050 rs. |
* Idem. del Padre Navarro |
44 rs. |
Total |
2.760 rs. 13 mrv. |
Estos bienes sufrirán también, ya en la segunda mitad del siglo XIX, su privatización y venta en subasta como un proceso más de aplicación del proceso desamortizador de este siglo.