Santa Lucía.
Formaba parte del arrabal medieval de Pegalajar y mantiene su antiguo trazado, desde el comienzo de la calle Horno, junto a la Plaza de la Laguna, hasta la Plaza de la Constitución, haciendo un giro de ciento ochenta grados, con el fin de adaptarse estratégicamente al relieve del terreno, que hacía mejor defendible el arrabal por el flanco Sur.
Detrás de las casas, los bancales de huerta hacen en algunas de ellas de amplio patio y sorpresivo balcón. Un lugar muy privado, en el que no hay camino cercano. No son más que la continuación de aquellos otros bancales de las calles Carnicería y Bahondillo.
Santa Lucía no ha tenido en Pegalajar una devoción popular conocida. Pero quizás pudo tenerla a finales del siglo XVIII o principios del XIX, a partir de cuando esta calle se le conoce con dicho nombre. Anteriormente, su recorrido estaba incluido dentro de la Laguna -probablemente fuese la calle conocida a mediados del siglo XVIII como del Pilar Viejo, distinguiéndose entre placeta y calle. A esta santa, virgen y mártir cristiana (201-304) se le considera abogada de la vista. En el término de Campillo de Arenas, junto al río y el túnel por el que la carretera cruza la angostura de la sierra, existe una ermita dedicada a esta santa, a la que tradicionalmente ha bajado en peregrinación el pueblo de Pegalajar, pues es una proximidad geográfica no ajena de influencias antropológicas intercambiables entre los pueblos de la comarca, por lo que no se puede considerar como una santa extraña.