Arcos.

Es una de las calles que comunican la Plaza de la Laguna con la de la Constitución. Por su anchura se puede considerar de las más estrechas del pueblo, propia de la configuración medieval que dio origen al arrabal de Pegalajar, del que formaba parte. Este hecho contrasta con su ausencia del callejero durante un largo período, hasta bien entrado el siglo XX, seguramente debido a su pequeño recorrido, quedando incluida probablemente dentro de la calle Bahondillo o de la Plaza de la Laguna. A mediados del siglo XVIII, en la descripción de una casa aparece el nombre de callejón de Chamorro que parece corresponder a esta calle. Son muy pocas las viviendas que tienen entrada por ella, pues buena parte de su extensión está ocupada por los laterales de casas que tienen su entrada principal en alguna de las dos plazas mencionadas.

La denominación de Arcos proviene de los que a modo de soportal existían en la casa de la Plaza de la Constitución que hacía esquina con dicha calle. Éstos fueron demolidos a finales de la década de los cincuenta para darle más amplitud a la plaza.