Pintor Juan Almagro.

Es una calle de reciente apertura, situada en el haza de Jesús o San Gregorio, entre la calle Donantes de Sangre y el barrio de Jesús, o barrio "sin Humo", como es conocido en Pegalajar. Sus casas están construidas en un solo lado de la calle, porque en el otro hay un fuerte y corto desnivel sobre el que pasa la carretera local en su trayecto de la calle Calvario. Son viviendas unifamiliares de protección oficial, excepto dos de ellas, situadas en un extremo, que son viviendas de profesores de E.G.B. terminadas de construir en 1964.

En la sesión municipal de 26 de mayo de 1988, se acordó dar a esta calle el nombre de Pintor Juan Almagro (1886-1965), en homenaje póstumo a la memoria de este gran pintor hijo de Pegalajar. Pasó su infancia y adolescencia en el pueblo hasta que en 1903, con 17 años de edad, marchó a Jaén para estudiar Arte en la Escuela de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, donde superó todos los niveles en dos años y acaparó premios, por lo que fue pensionado por la Diputación Provincial para que estudiase Bellas Artes en Madrid. Ingresó en esta escuela en 1905, siendo profesor de paisaje Muños Degrain, cosechando desde entonces los Premios Extraordinarios de Paisaje, Dibujo del Antiguo, etc.

Una vez terminada la carrera se instaló en Madrid, donde vivió una vida bohemia los primeros años del siglo, teniendo la necesidad de salir a la calle a hacer caricaturas, al mismo tiempo que centraba su obra en el paisaje, aunque sin abandonar los demás géneros. Practica el paisaje colorista e impresionista, siendo una constante en su obra la luz y el color. En 1915 consiguió el primer premio del cartel anunciador de las Fiestas de Carnaval de Zaragoza, a los que siguieron el primer premio de la Exposición Regional de Jaén en 1920, la medalla de oro de la Asociación de Pintores y Escultores de Jaén en 1922, la medalla de plata del Salón de Otoño de Madrid en 1924, etc.

Durante la inevitable pausa de la Guerra Civil, se trasladó a Jaén, viviendo en la Huerta del Tejar o en la Venta de la Ramona. Finalizada ésta, Juan Almagro se instala en Jaén, dedicándose entonces al único trabajo posible: la restauración de las iglesias destruidas e incendiadas durante la contienda. Destaca la restauración y decoración de la Iglesia Parroquial de Huelma, en 1945, Higuera de Calatrava, Santa María la Mayor de Ubeda, Campillo de Arenas, Montillana, Campotéjar, Convento de Santa Clara de Ubeda, Domingo Pérez, Mengibar, Villargordo, Fuensanta de Huelma, Cambil, Noalejo, Pegalajar, Carchelejo, Marbella, etc., aunque desgraciadamente en algunos de estos lugares han desaparecido sus trabajos.

En la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz de Pegalajar, Juan Almagro reconstruyó el Altar Mayor, que había sido destruido en 1936. Se conserva

de madera tallada original la parte superior del arco de medio punto, el resto, siguiendo su decoración, está hecho en estuco e imitación a panes de oro. Juan Almagro trabajó en este retablo de tres calles y dos entrecalles en los extremos. En la parte superior existen dos nichos con las esculturas originales de San Pedro y Santa María Magdalena y otras dos inferiores con el Sagrado Corazón de Jesús y María. En la parte central pintó un gran lienzo al óleo de Cristo sobre una gran barca calmando la tempestad en el mar de Tiberiades, con una leyenda que dice: "¡Señor sálvanos que perecemos!", obra conocida en el pueblo como "La Barca". Otra obra que realizó en este templo es el altar dedicado a Santiago Matamoros, situado en la nave del Evangelio.

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