1.7. Ahogados.

 

 El paso de los ríos, en determinados tramos o en épocas de lluvia, era fuente de innumerables riesgos, poco atenuados por la fragilidad de los puentes y la precaria estabilidad de las barcas destinadas a cruzar las corrientes fluviales. Además parece claro que nadar era una habilidad poco usual en  siglos pasados. Aunque se pueden encontrar ejemplos en todos los pueblos giennenses que han contado en sus términos con ríos de cierta importancia o tramos especialmente peligrosos, se reproducen aquí algunos casos de ahogados en los ríos Guadalén, Guadalimar y Guarrizas, en los actuales términos de Arquillos, Linares y Vilches, en el entorno de Sierra Morena. Un paraje por el que pasaban viajeros procedentes de más allá de Despeñaperros, también de pastores trashumantes.

 

Así según un libro de testamentos de la Iglesia Parroquial de Vilches, en enero de 1684  murió José Martínez López

“El qual se abía ahogado en el río de Guadarrizas, camino de Linares y abiéndose buscado el cuerpo en el dicho río muchas veces, no lo abían podido hallar para enterrarlo en esta parrochia”.

Es interesante saber que el cadáver apareció veintitrés días más tarde, cuando ya se le habían dicho las misas correspondientes.[1]       

En 1688  Francisco Garrido, vecino de Baeza y pobre, fue encontrado muerto

“el qual parece se abía aogado en el río de Guadarrizas, término desta villa adonde fue traido su cuerpo por la Justicia Real della”.[2]

 

En marzo de 1761 murió en tales circunstancias un pastor, natural de Calomarde, del Obispado de Santa María de Albarracín (Teruel).[3]

 

En 1823 Antonio Fernández González, procedente de tierras malagueñas

“ el que murió aogado en el río de Guadalén de este término después de haber recibido un balazo en la población de Arquillos”.[4]

 En 1859 Antonio Pérez, del Campo de Caravaca, se ahogó en el río Guadalén.[5]

 

En 1858 se produjeron dos casos, uno en febrero, en el Guadalimar y en agosto de ese año en el Guadalén, siendo víctima del accidente un vecino de Arquillos, de 18 años, río en el que murió en 1893, en similares circunstancias un oriundo de la Puerta de Segura.[6]


[1] Aponte Marín, “Entre Sierra Morena y el Guadalquivir: caminantes y peripecias”, en Senda de los Huertos,  núm. 49.

[2] Ibidem

[3] Ibidem

[4] Ibidem

[5] A.P.V. Libro de Enterramientos  9 , 7-7-1850.

[6] A.P.V. Libro de Enterramientos 14, 22-8-1893. No es aventurado pensar que, los ahogados en plena juventud y en fechas estivales, estuviesen bañándose.

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