3. Otras plagas.

En 1635 se conjura el pulgón en el término de Jaén.(^[1]) En 1700, “atendiendo la ziudad a el bien común y considerando el gran daño que causan los gorriones en las siembras en tiempo en que están ganados los trigos y demás simillas”, se obligó a los vecinos a matar seis gorriones en veinte días bajo cuatro reales de multa.(^[1]) Y se tomaron similares medidas en 1715 y 1730.(^[1])

En 1794, “considerando la Ciudad el grande beneficio que se sigue de la matanza de gorriones que se hace todos los años por el grave perjuicio que causan en las siembras siendo aora el tiempo más a propósito para hacer esta operación antes de que principien a criar”, debiendo cada vecino a matar seis en el plazo de quince días bajo pena de cuatro reales; en mayo de 1833 la obligatoriedad de matar gorriones fue también general, y los hortelanos, labradores y vegueros debían entregar doce, y el resto de los vecinos seis, la sanción para los desobedientes sería de cuatro ducados.(^[1])

En Torreperogil, durante la primavera y el verano de 1824 se produjo una plaga de cucaracha, gorgojo o cochinilla, que no eran muy duchos en la época en cuanto a entomología, y que afectó seriamente a las vides de dicha villa.^([1])

También deben mencionarse las variadas especies animales que recibían el nombre genérico de sabandijas. Rafael Ortega Sagrista escribió un breve y erudito trabajo sobre tales criaturas, y hacía referencia a lo dicho de ellas en el Diccionario de la Real Academia, que las consideraba, en palabras de nuestro autor, como  “ serpes animalculum como cualquier insecto o reptil, especialmente los asquerosos y molestos, cual es el escarabajo, la salamanquesa, etcétera; es decir un etcétera sugeridor y extensible a las culebricas griegas, termitas, lombrices, ratones y otros roedores nocivos”^([1])