Cuando la música es poesía,

cuando el amor es verso,

cuando la vida es camino,

cuando el mundo es unión,

cuando todos somos algo,

los labios del alma besan el cielo.

Y todos los días son ríos de dichas.

 

Cuando la música es ruido,

cuando el amor es sexo,

cuando la vida es prisión,

cuando el mundo es ruptura,

cuando todos somos nadie,

los labios del alma besan el infierno.

Y todos los días son ríos de desdichas.

 

No quiero que mis desdichas devoren tus dichas.

No quiero que mis penas devoren tus alegrías.

No quiero ser lo que no soy, un trozo de piedra.

Quiero seguir siendo el poeta que me injertó la vida.

Poesía, verso, camino, unión, algo,  yo mismo.

 

El ruido me deja sin palabras,

el sexo me deja sin corazón,

la prisión me deja sin aire,

la ruptura sin abrazos,

y sentirme nadie es como morir en vida.

 

El ángel de la poesía resguarde al ser humano

y guarde su corazón y aguarde que salga el sol.

Con el sol a punto de nieve, el amor es punto y seguido.

  

              *Víctor Corcoba Herrero, 24 de julio de 2010