Claustro Poético Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 12. Primavera-2008 Asociación Cultural Claustro Poético
Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero |
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Apuntes poéticos*
Nos quedamos varados. Pasó el viento, pasó la vida a prisa sobre un caballo ciego pasó la lluvia y se nos quedó viendo.
Éramos el pasado. No nos dimos cuenta. Y continuamos como si todo hubiera transcurrido en una noche larga.
No llegamos a tiempo.
II
El país se disuelve. Me aproximé tan sólo con mi sombra.
Nunca llegué a existir sobre su tierra
Había un dolor de ausencia atravesado en mitad de una duda como un animal muerto y no alcancé a mirarlo
El país sigue lejos, Ni siquiera respira en este invento.
III
Yo no alcancé a mirarte plenamente Allí no había más nadie.
Apenas si tu cuerpo Movía con lentitud su desventura de ser la huella de una mujer ausente..
IV
Nadie me supo dar noticias. Ni nadie me miró algunas vez.
Habia una dudas, era un muro inmenso. Si eran ellos los que no existían O yo jamás llegué.
Ninguno sabe a qué hora es realidad o fábula.
V
¿Te has dado cuenta? La indiferencia es una anomalía en la psiquis del cosmos.
¿Sientes que el sol hace caso cuando intentas mirarlo?
¿El viento sabe en qué lugar tú lo estas respirando?
La noche no se entera de que sueñas en ella.
VI
Siempre te oigo decir que algún día te irás.
Que simplemente viniste a soportar el hastío de tu propia existencia.
VII
¿Quién le abrió la ventana a esta tristeza ?
¿Quién le entregó la llave de mi puerta?
VIII
La dignidad es una dama desempleada Una mujer estéril. Menopáusica Cansada de abortar.
IX
Siempre quise inventar tu existencia desde los materiales que me daban tus manos indecisas, tu húmeda sonrisa, y el color de tus ojos
Siempre soñé con verte a cuerpo entero asistiendo algún día a tu nacimiento.
Recogiendo tu piel y la única palabra que aprendiste cuando volvías en tu viaje secreto desde la soledad.
Siempre pensé en tu cuerpo debajo de aquel nombre que era un tierno sonido inaugurando una ciudad distante.
Entonces no extrañaba mi paciencia en esperar tu voz que introducía sus dedos en mi alma, sin saber que tocaban cada tarde las luces de mi invento.
Sigue el intento a cuestas montado en mi existencia confundiendo mi edad con la estatua de alguna decepción.
X
No le demos más vueltas a este asunto y quien quiera venir, que no pregunte porque esta es una decisión.
La transparente gota de la gana que se quedó colgando de un olvido distante.
Cada quien si lo quiere puede cruzar su sombra y devolverse porque aquí ya no existen condiciones,
Aquí cada quien ama a la medida de sus circunstancias
Si hay buen tiempo no hay apuro Y al malo hay que invitarlo a que regrese a su viejo reloj destartalado.
XI
Escribo, o es que alguien pasa frente a mí y habla en voz alta.
Y simplemente recojo sus aullidos.
Desde el fondo sin luz de una palabra que se deja caer y nadie advierte.
Es una hoja seca..
XII
La razón se quedó como una mujer virgen
Nadie experimentó su calor íntimo.
XIII
Nadie lo advierte Ni siquiera es verdad esa luz que cae sobre tu frente
La piensas nueva cada cada día.
Envíanos tus poemas
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