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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Reminiscencias*
Babilonia,
sendero uniforme
de labriego antiguo,
ruta permanente
en el interior expectante
de la pregunta
siempre a flor de labios.
Tus puertas de oro maciso
se cerraron para siempre
en el rencor
y en el recuerdo.
Pero, ¿dónde está el atajo
que me conduce a la cámara sepulcral?
¿dónde el incierto peldaño
que alumbra el guerrero
con la seca antorcha?
Piritas y nardos
órganos de alabastro
en tus jardines inacabados
por colgantes.
Babilonia,
perenne en mi memoria,
en las noches de insomnio
en el aceitunado caudal
de mi río interior.
Poco importa si alguna vez
llegué a tus portales
o si, al contrario,
salí por ellos;
me interesa más
la cálida nostalgia en brumas
ante el acantilado abrupto
de mi conciencia aún ciega.
En el polvo de tus caminos
desgarré mis sandalias,
en tus mármoles
fortalecí mis pies
y mi gusto fresco por lo noble
Babilonia, siempre
más allá de la vida.
*Juan Manuel de Faramiñán Gilbert.
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