|
D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
CONSEJO
DE REDACCIÓN
Poemas
Colaboraciones Noticias
Nos anteriores
|
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
|
|
El miedo*
El caso es
que siempre estamos descubriendo
lo que ya sabemos
o deberíamos saber.
Por ejemplo,
que tengo miedo
porque estoy solo,
y que el miedo es eso,
estar solo después
de haber estado muy acompañado.
Quiero decir
que necesito algo,
alguien,
dentro de mi,
por todas partes
y a todas horas,
que me habite
y me complete,
que me sostenga
y me empuje.
Es,
no sé cómo decirlo sencillamente.
Es como
si el castillo de naipes de mis huesos
necesitara ese algo,
ese alguien,
para no deshacerse.
Y el caso es que,
te lo digo muy en serio,
la cosa iba por ahí
y se veía venir el derrumbamiento.
Al principio fue
como uno de esos troncos
que sostienen las viejas paredes.
Más tarde
todo fue cambiando,
poco a poco,
y esto es lo bueno,
hasta que hoy de nuevo
me siento vivo.
Siempre estamos descubriendo, etcétera.
Porque a veces
se puede no estar seguro
de estar vivo.
Es cierto que todo sigue igual
sin la remota posibilidad de solución.
Pero, en cambio,
y eso te lo debo a ti,
ya no tengo miedo.
*Cesáreo Rodríguez-Aguilera
De su poemario Antología Breve. Ed. Carena, Barcelona, 1998.
(Poema seleccionado por José Ángel Marín
para Claustro Poético en 2016, año del centenario del nacimiento de Cesáreo, y décimo de su fallecimiento).
Envíanos tus poemas
