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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Decepción amorosa en tres tiempos*
I
Porque fuiste y dejaste de ser
el balcón de mis sueños,
el aire de mis latidos,
el fuego de mis labios,
el verso de mis besos…
¡no puedo amarte!
Descuidaste que la pasión
hay que revivirla a diario,
renacerla a todas horas,
y renovarla por principio...
¡para que el amor crezca!
II
Porque te marchaste sin decir adiós,
sin darnos un beso en los ojos,
sin cruzarnos ni una mirada,
sin ver lo que yo sufría…
¡no puedo amarte!
Relegaste de nuestros abecedarios
vertidos por los caminos del alma,
y me dejaste sólo buscándote
en la soledad del que quiere y no puede,
ni una palabra de aliento me diste,
cuando más desolado estaba,
por no poder amarte como yo quería,
pero aún así…
¡esperaba que el amor volviese!
III
Porque nada fue respetado,
ni comprendido,
haz lo que quieras y vete…
¡no puedo amarte!
Desterraste mi corazón
con la indiferencia,
alguien que ama no pasa.
Rechazaste mis sentimientos
con tu frialdad,
alguien que quiere no olvida.
Provocaste el rechazo,
con tus aventuras y desventuras,
hasta que los corazones dejaron de hablarse.
Cuando nada se siente,
se pierde el deseo de amar…
¡para que el amor que no es, se muera!
*Víctor Corcoba Herrero, 25 de julio de 2013.
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