Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 11. Invierno-2008

Asociación Cultural Claustro Poético

 

Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Oliva

Otoño en Mágina

¿Miento quizás?

Mi ciudad invisible

Si pudiera

En este día de Junio

Noche de purpurina

Desearía

Tugurio

Poemandote

Sábana

Premonición

Mujer del espanto

El gran filósofo

Tengo las manos presas

Reloj de arena

El perfume

Amor

Cerca de tu corazón

Ocaso

Diez Haikus para el Invierno

Metanoia

Vigilias


Colaboraciones

Don Benito

Romance de Guzmán el bueno


Noticias

III Certamen Poético Internacional

III Premio de Poesía Paloma Navarro

6º Certamen Internacional de Poesía


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Mujer del espanto*


En una esquina cualquiera , el pudo percibirla .Amanecía y frente a ella

El corazón le batió fuerte dentro de su caja toráxico ,tanto que temió que aquella mujer lo escuchara.

  Cuando pudo verla un escalofrió le recorrió en todo el cuerpo . Su mirada de hielo le causo miedo y tuvo deseos de salir corriendo de allí , pero la curiosidad construyo un cerco y no tuvo otra alternativa ,se quedo mirándola.

  Las terminaciones de su brazos estaban hechas de raíces  ,también había raíces en sus pies.

Aterrado retrocedió, ella decidida y audaz se le aproximo muy cerca de su rostro y le esbozo una fuerte carcajada , que arrojo un aire tan caliente , capaz de  incendiar la copa de los árboles.

 Sonreía socarrona y sin motivos aparente , parecía haber perdido el juicio.

Sollozante y asustado, cayo sobre la hierba fresca y quedo profundamente dormido.

Se soñó con ella, que enredado a sus raíces se iban hundiendo cada vez mas en la tierra húmeda y oscura.

Se soñó tranquilo y sin resistencia , hasta podía experimentar una grata sensación de bienestar.

  Ambos quedaron sepultados en el lodo .Cuando despertó transformado en un frondoso árbol , pensó en aquella mujer.

Y se pregunto que había sido de ella…y comenzó a extrañarla.

  Un repentino y fuerte viento se desato , desordenando su copa, y en su murmullo trajo consigo la risa de aquella mujer , ya no era una carcajada burlona, su risa era una melodía cristalina y suave , que termino subyugando al temeroso hombre, quien lloraba su ausencia.

  Trepada a su tronco, adherida a el, una enredadera crecía con fuerza e iba envolviéndolo lentamente.

Le pareció ver entre sus incipientes brotes , los ojos de ella que lo miraban de un modo diferente.

Quizás seducida por la seguridad que le brindaba ese árbol tan fuerte. Sin embargo nadie podía negar , que su mirada era la de una mujer enamorada.

  Le volvió a latir el corazón con estridencia (como la primera vez que la vio) pero esta vez no se preocupo en disimularlo ,quizás porque ella se estremecía y emocionaba al sentirlo vivo….

                     *Laura Elena Bermúdez de Tesolín

 

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