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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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A Manuel López Pérez. In Memoriam*
Un retablo solemne
te contempla entre incienso,
sumando sigilos
que horadan el corazón.
¡Que silencio ese viernes!
qué plegaria en el viento
de un eterno violonchelo.
Que frío de repente.
Legajos te retienen,
códices sin mácula,
de enmudecidos relojes,
y eruditas razones
que vuelan contigo.
Cofrade de silencios.
Siembra esculpida,
en la paciente luz que te regresa.
Compilación de signos.
Centinela del tiempo
que dictas un invisible
color herido de fotos antiguas.
Hay una epístola
con tu nombre en los tapias,
do caminas sereno,
con pasos quedos
y el pensamiento en los abismos.
Las losas de la ciudad
que habitan tras tus párpados
descifrando el misterio,
te nombran en voz baja.
Jaén te abre sus puertas luminosas,
cada nueva primavera,
y clama su nostalgia
al son de los tambores,
con plegarias sosegadas
que te han visto tras la ojiva,
contemplando un libro
bajo el último palio.
*Rocío Biedma
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