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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Arrequive*
Un cárdeno cendal de vientos
Ciñe mis huesos ya entumidos
En medio de una sed amordazada
Que se resiste entre la fronda
A desnudarme ante un sorbo de luz
Entrelazado de risa y amaranto,
Pues, de cuando en vez, rezuma el eco
De un séquito de laceradas sombras
Que hace llaga en el silencio.
Exequias para un acto de verdades,
Arrequives de credos que se fueron
Diluyendo en vidrieras de perdones.
Nada habrá para consolar las palabras
En respuesta a un odio no entendido
Donde suelen anidar las lagrimas
De la mano de sonámbulos ruegos.
Escúchame, mírame, estoy tiritando,
Acude a mí, seca mi pesadumbre
Con el nectario argento de tu voz,
Sé que temes como yo, esa llama,
El pálpito de lo que pueda ser,
No obstante, átame a tus miedos,
Y, asidos, bogar por un Tirreno de gules,
Aspirando el calor de una promesa…
*Manuel Ángel Pérez del Moral.
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